Este miércoles entró en vigor una ley en Hong Kong que penaliza la posesión, el consumo y la venta de cannabidiol (CBD) y colocó a esta sustancia al mismo nivel en el plano legal que la heroína o la cocaína.
El CBD, molécula del cannabis sin efecto psicotrópico, es utilizado por su impacto en la reducción del dolor, el estrés, la ansiedad y por sus virtudes antiinflamatorias, según defienden sus consumidores.
Pero las autoridades de Hong Kong consideran que estos efectos no están basados en "pruebas científicas sólidas" y justifican su prohibición alegando que los productos a base de CBD pueden ser transformados en tetrahidrocannabinol (THC, molécula psicoactiva de la planta de cannabis), una sustancia que ya no está autorizada en el territorio.
El CBD se suma así a la lista de más de 200 sustancias "peligrosas" prohibidas en Hong Kong.
A partir de ahora su importación, exportación y producción pueden acarrear penas de hasta cadena perpetua y multas que pueden alcanzar los cinco millones de dólares hongkoneses (640 mil dólares).
Poseer o consumir CBD puede conllevar una pena de hasta siete años de cárcel y una multa de un millón de dólares hongkoneses (127 mil dólares).
La popularidad de productos que contienen CBD ha aumentado en todo el mundo estos últimos años: caramelos, cafés, cervezas e incluso cosméticos han salido al mercado, en una industria que totalizará 47 mil millones de dólares de aquí al 2028, frente a los 4.900 millones de dólares en 2021.
BCS