Trenes, aviones y redes de transporte público se quedaron parados el lunes en buena parte de Alemania en una jornada de huelga por salarios, un esfuerzo de los sindicatos de conseguir aumentos para sus miembros que compensaran la inflación.
El paro de 24 horas, uno de los más grandes en décadas, también afectó al transporte de mercancías en trenes y barcos, mientras que trabajadores de puertos y rutas navegables se sumaron a las huelgas.
Muchos trabajadores que suelen emplear el transporte público optaron por desplazarse en auto, lo que causó atascos en carreteras, mientras los que podían hacerlo trabajaban desde casa.
Los sindicatos reclaman una subida de al menos 10,5% en los salarios y han rechazado las ofertas de los empleadores de subir un 5% en dos etapas además de pagos puntuales.
La alta inflación registrada también en otras partes del mundo ha golpeado con dureza a muchos trabajadores, dijo Ulrich Silberbach, de la Federación de Servicio Civil.
“Hemos registrado descensos en los salarios reales y deben compensarse”, dijo a la prensa en Berlín. Algunos miembros de su sindicato en ciudades grandes han tenido que solicitar ayudas estatales para pagar el alquiler, añadió.
Silberbach dijo esperar que los empleadores aumentarían su oferta en la próxima ronda de conversaciones, o los sindicatos tendría que valorar una huelga indefinida.
Su compañero Martin Burkert, del sindicato ferroviario EVG, lamentó que el sueldo de los trabajadores es apenas una fracción de lo que cobran algunos directivos.
Pero la operadora ferroviaria Deutsche Bahn dijo que las demandas de los sindicatos eran exageradas y advirtió que millones de pasajeros se verían afectados.
“Miles de empresas que normalmente envían o reciben sus productos por tren también sufrirán”, indicó el vocero de Deutsche Bahn. “El medio ambiente y el clima también sufrirán al final. Las ganadoras de hoy son las empresas de petróleo”.
Los pasajes de tren que no pudieran utilizarse el lunes seguirían siendo válidos y los viajeros debían revisar el sitio web de la empresa para tener información actualizada, apuntó.
Se han programado tres días de negociaciones entre las dos partes. La ministra del Interior, Nancy Faeser, que representa al gobierno federal en las negociaciones, dijo que su bando participaría en las conversaciones de forma “dura, pero también justa y constructiva”.
Faeser dijo confiar en que pudiera alcanzarse una buena solución.
Las huelgas son algo habitual en Alemania y suelen terminar con acuerdos de compromiso entre sindicatos y empleadores.
Los paros ya habían causado problemas y demoras el domingo, cuando muchos viajeros trataban de alcanzar sus destinos con antelación.
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