SpaceX realizó ayer la primera caminata espacial privada de la historia con su misión Polaris Dawn, en la que dos tripulantes se aventuraron a salir de la nave con sus trajes blancos y grises.
El multimillonario estadunidense Jared Isaacman, comandante de la misión, fue el primero en salir de la cápsula, agarrándose a una estructura metálica instalada en la parte delantera de la cápsula Dragon, según se vio en un video emitido en directo desde la empresa propiedad del magnate Elon Musk.
“Es precioso”, dijo desde una altitud de unos 700 km, muy superior a la de la Estación Espacial Internacional (EEI). A continuación le sucedió Sarah Gillis, empleada de SpaceX, que también realizó movimientos para probar los trajes de caminata espacial de la compañía, uno de los principales objetivos de la misión.
Esta caminata espacial fue sencilla y rápida —duró menos de dos horas— en comparación con los largos recorridos que realiza la NASA. Los astronautas de la Estación Espacial Internacional a menudo tienen que desplazarse por todo el complejo para realizar reparaciones, siempre en parejas y cargados de equipo. Los paseos espaciales pueden durar entre siete y ocho horas.
Isaacman y Gillis se unieron a un pequeño grupo de élite de caminantes espaciales que hasta ahora solo había incluido a astronautas profesionales de una docena de países.
“De vuelta a casa”
“De vuelta a casa, todos tenemos mucho trabajo que hacer. Pero desde aquí parece un mundo perfecto”, dijo Isaacman, mientras la cápsula se elevaba sobre el Pacífico Sur. Las cámaras a bordo captaron su silueta, a la altura de la cintura en la escotilla, con la Tierra azul debajo.
El paseo espacial comercial fue el principal objetivo del vuelo de cinco días financiado por Isaacman y la empresa de Musk.
Los cuatro tripulantes se pusieron los nuevos trajes de SpaceX para protegerse del vacío.
Salieron el martes desde Florida y se alejaron más de la Tierra de lo que había hecho nadie desde los astronautas de la NASA que llegaron a la Luna. La órbita se redujo a la mitad, a 740 kilómetros para la salida.
Su primera prueba espacial implicó más estiramientos que pasos. Isaacman mantuvo un pie o mano en contacto con la nave en todo momento, mientras flexionaba brazos y piernas para ver cómo aguantaba el nuevo traje espacial. La escotilla tenía una estructura similar a un andador para añadir apoyos.
Tras unos 10 minutos en el exterior, el empresario fintech fue sustituido por la ingeniera de SpaceX Sarah Gillis para seguir los mismos pasos y quien se balanceó arriba y abajo en la ausencia de gravedad, a una altura no superior a la de sus rodillas fuera de la cápsula, mientras retorcía los brazos y enviaba informes al control de la misión.
Cada uno contaba con cables de 3.6 metros que les unían a la nave, pero no tenían intención de desplegarlos o colgar de su extremo, a diferencia de lo que ocurre en la Estación Espacial Internacional, donde los astronautas suelen flotar fuera para hacer reparaciones a una órbita mucho más baja.
Hubo algunos fallos. Isaacman tuvo que abrir manualmente la escotilla en lugar de pulsar un botón a bordo. Antes de salir, Gillis dijo haber visto abultamientos en la junta de la escotilla.
Scott Kidd Poteet, ex piloto de Thunderbird en la Fuerza Aérea estadunidense, y la ingeniera de Space X Anna Menon se quedaron sujetos a sus asientos para supervisar desde el interior. Los cuatro pasaron por un intenso entrenamiento de más de dos años antes del viaje.
Los controladores de la misión anunciaron la finalización del paseo espacial desde la sede de la empresa en Hawthorne, California, tras una hora y 46 minutos, es decir, una vuelta completa y algo más alrededor de la Tierra.
Isaacman, de 41 años, director general y fundador de la compañía de procesamiento de tarjetas de crédito Shift4, ha declinado revelar cuánto invirtió en el vuelo espacial.
Hasta el jueves, apenas 263 personas de 12 países habían realizado una caminata espacial. El primero fue Alexei Leonov, de la entonces Unión Soviética, que lo hizo en 1965.