En un solemne acto que reunió a miles de fieles y autoridades locales, la ciudad de Crato festejó la inauguración de la gigantesca estatua de la Vírgen de Fátima.
La obra, que mide aproximadamente 54 metros de altura, deja atrás la estatura de 30 metros del Cristo Redentor en Río de Janeiro. El proyecto fue concebido como un símbolo de devoción y al mismo tiempo como un atractivo turístico que potenciará la región.
Ceremonia en honor a la Virgen de Fátima
La realización de esta imponente figura implicó un esfuerzo técnico y logístico considerable. Según los artesanos responsables, la estructura se compone de materiales ligeros reforzados, incluyendo resina, fibra de vidrio y una base estructural interna, que permitieron levantar la pieza por secciones y ensamblarla en el sitio.
La ceremonia de inauguración incluyó una misa, oraciones en varias lenguas y la bendición de la imagen por parte del clero local. Las autoridades destacaron que la obra representa no solo un hito religioso sino también una inversión en infraestructura turística.
Representación simbólica
La elección de dedicar una estatua de tal envergadura a la Vírgen de Fátima en Brasil responde a la creciente devoción mariana en la región nordeste del país.
Crato ha sido un centro de culto en honor a la Virgen desde hace décadas, y este nuevo monumento pretende consolidar esa tradición y proyectarla a nivel internacional.
Con su imponente altura, que supera la de uno de los iconos más reconocibles de Brasil, se abre un capítulo nuevo en la historia del turismo religioso y de los monumentos públicos en América Latina.
Mira aquí la representación de la Virgen de Fátima en Crato
EF