Tras incendio en planta química de Texas, reanudan actividades

Las autoridades levantaron una orden inicial a los habitantes de permanecer resguardados luego de que varias lecturas demostraran que la calidad del aire era buena.

La orden fue levantada alrededor del mediodía de hoy. AP
Editorial Milenio
HOUSTON /

Las autoridades en Texas retiraron una orden inicial de permanencia bajo techo a los residentes de los alrededores de un depósito de productos petroquímicos que se incendió, varias horas después de que se detectaran altos niveles de benceno en el aire.

Las autoridades incluso retiraron a la Guardia Nacional cerca de una instalación de almacenamiento petroquímico en las afueras de Houston, donde un incendio envió una columna negra de humo al aire durante días.

Los bomberos extinguieron ayer el fuego en la planta de la compañía Intercontinental Terminals en Deer Park, a unos 24 kilómetros (15 millas) al sudeste de Houston.

El fuego comenzó el domingo y destruyó varios tanques grandes que contenían gasolina y productos químicos usados en la fabricación de quitaesmaltes, adhesivos y diluyentes de pintura. Continuaron rociando espuma en el sitio para tratar de prevenir brotes.

Varios distritos escolares cancelaron las clases debido a las “condiciones desfavorables de la calidad del aire”.

La orden fue levantada alrededor del mediodía de hoy después de que las autoridades dijeron que varias lecturas demostraron que la calidad del aire había mejorado.

Según expertos ambientales, los vecinos habían reportado varios síntomas como jaquecas, náuseas y sangrados nasales. Según los Centros para el Control de Enfermedades, una exposición dilatada a esos productos químicos puede tener efectos nocivos para la salud, inclusive en la sangre y en la médula ósea.

Algunos residentes del vecindario se mostraron escépticos.

“Dicen que todo anda a las mil maravillas, que la calidad del aire era perfecta, que el viento perfectamente disipó el humo. Pues, si todo era tan perfecto, ¿por qué ocurrió?”, se preguntó Terri Garcia, una vecina de la zona.

Bryan Parras, miembro del grupo ambientalista Sierra Club en Houston, expresó la inquietud de que los productos químicos en la instalación, o la espuma usada para sofocar las llamas, se viertan en aguas que desembocan en el Golfo de México.

“El problema no ha acabado solo por el hecho de que el fuego ha sido apagado, queremos que se instalen sistemas para proteger a nuestras comunidades”, dijo Parras.

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