Los pueblos indígenas en el norte amazónico de Bolivia reportaron este martes que al menos 100 mil hectáreas de sus territorio fueron dañadas por los incendios, incluidos algunos parques nacionales.
Debido a esta pérdida las personas pidieron un plan para reactivar su economía, esto con el objetivo de que se garantice su seguridad alimentaria.
"Haciendo un cálculo preliminar sin considerar algunos territorios indígenas donde todavía no ha sido evaluada la cantidad de hectáreas perdidas, estaríamos llegando cerca a las 100 mil hectáreas que se han perdido por los incendios", dijo a los medios el presidente de la Central de Pueblos Indígenas de La Paz, Gonzalo Oliver.
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Según el líder indígena, la cifra "podría aumentar", pues si bien a la fecha los incendios se han reducido en un 90 por ciento, queda un 10 por ciento donde el fuego aún está activo, lo que les mantiene "en un estado de alerta" para evitar una reactivación.
“Una de las zonas más afectadas es el territorio del Consejo Indígena del Pueblo Tacana (Cipta), situado en los municipios de San Buenaventura e Ixiamas en el norte de La Paz, donde el fuego ha consumido 60 mil 351 hectáreas", precisó Oliver.
Otro territorio afectado es la Reserva de la Biosfera y Tierra Comunitaria de Origen Pilón Lajas, en el municipio de Rurrenabaque en la región amazónica de Beni, habitada por los pueblos tsimane y mosetén, con 13 mil 953 hectáreas dañadas.
También hubo daños en 557.07 hectáreas de territorio del pueblo indígena de San José de Uchupiamonas, que habita en el parque nacional Madidi, uno de los más biodiversos del mundo.
También, 2 mil 903.22 hectáreas se quemaron en las tierras del pueblo leco de Apolo, en el norte de La Paz, entre otros.
“Los lecos reportan la pérdida de cuatro viviendas a causa de los incendios, los tacanas otras 12 y también hubo daños a estructuras en Pilón Lajas que no están cuantificados”, señaló el dirigente.
Perdidas de cosecha
De igual forma se informó la perdida de una gran cantidad de cultivos, dejando a varios indígenas sin productos para comercializar.
“El fuego también consumió cultivos de platanales, cítricos, café, cacao, maíz y caña de azúcar, además de las plantaciones de jatata, una planta que los indígenas emplean para techar sus viviendas y que se comercializa en los centros urbanos dentro de un plan de manejo que beneficia a las comunidades”, indicó Oliver.
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Además, el dirigente alertó e indicó que los cultivos de maíz y arroz también fueron dañados por la sequía.
"Por lo tanto, el tema de la seguridad alimentaria dentro de nuestros territorios indígenas es muy preocupante y muy malo ante la situación de las quemas", expresó.
Daños en la zona turística
El turismo también fue afectado por la "situación de emergencia e incendios" en el parque Madidi.
Ante esta situación, los indígenas convocaron a las autoridades nacionales y regionales a una reunión el 4 de diciembre en la comunidad indígena de Buena Vista para elaborar un plan de "reactivación económica y productiva" y de seguridad alimentaria para estos pueblos.
Según Oliver, algunos pueblos ya sienten el desabastecimiento de algunos productos que son base de la alimentación familiar y un sustento económico, como el plátano o banano, cuya reposición demora al menos un año.
El dirigente remarcó que los indígenas no piden alimentos, sino "semillas y herramientas" que les ayuden a reactivar sus economías locales.
"Para nosotros va a ser muy importante poder tener este apoyo. Como territorios indígenas tenemos un plan de gestión territorial que nos ayuda a identificar nuestras potencialidades para salir una vez más de estas adversidades que estamos sufriendo", añadió.
Bolivia sufre desde hace varias semanas las consecuencias de incendios en zonas forestales y agrícolas, sobre todo en el oriente y norte amazónico del país.
El fuego se atribuye en muchos casos a los llamados 'chaqueos', las quemas controladas practicadas en las zonas agrícolas para la habilitación de las tierras para la siembra o el pastoreo.
La acción de bomberos bolivianos y otros llegados de Venezuela y Francia, además de las recientes lluvias, ayudó a aplacar una buena parte de los incendios, pero hay algunas zonas donde el fuego aún está activo.
IDM