Un pulpo en el Acuario Nacional de Nueva Zelanda llevó a cabo una espectacular fuga al mar, a través de un pequeño tubo de desagüe, por el cual nadó hacia la libertad.
Inky es un macho del tamaño de una pelota de rugby y vivía en un estanque del acuario en Naiper, ciudad portuaria en la isla norte de Nueva Zelanda, junto con otro pulpo que difícilmente lo extrañará, ya que son criaturas solitarias.
Rob Yarrall, responsable del Acuario Nacional, relató que el personal notó que en el estanque sólo había un habitante a principios de este año y comenzó la búsqueda del pulpo, aunque su desaparición apenas se hizo pública el martes.
Después de encontrar y analizar pistas, el acuario dio a conocer el recorrido que siguió el pulpo en su escape al mar.
El pulpo aprovechó una pequeña abertura en la parte superior de su recinto, se deslizó a través del suelo mojado y en su camino encontró un tubo de desagüe, de cerca de 150 milímetros de diámetro, que lo llevó directo al mar.
Yarrall explicó que el cuerpo de estos animales marinos es blando y puede estirarse, lo cual le permite pasar a través de casi cualquier espacio, por lo que el pulpo pudo recorrer el tubo, pese a que su tamaño es similar al de una pelota de rugby.
La desaparición de Inky, que era muy popular en el acuario, causó tristeza entre el personal del lugar y los visitantes, pero estaban contentos de pensarlo nuevamente en libertad en el océano, de acuerdo con reportes del periódico neozelandés Stuff.
Por el momento, el acuario no busca de manera activa un nuevo ejemplar para reemplazar al osado pulpo, pero está dispuesto a aceptar a otro entre sus huéspedes.
El pulpo llegó al Acuario Nacional en 2014, después de que un pescador lo sacó del mar cerca del arrecife de Pania, a medio kilómetro al norte del puerto de Napier.
Durante su tiempo en el acuario se entretuvo con juegos y juguetes y se le alimentaba de pescado tres veces a la semana.