Dos meses después de la masacre escolar de Uvalde, la policía estatal de Texas anunció ayer una revisión interna sobre las acciones de decenas de agentes que estuvieron en la Escuela Primaria Robb durante 73 minutos de desconcertante inacción por parte de las autoridades mientras el atacante asesinaba a 19 niños y dos maestras.
El anuncio hace eco de un reporte de 80 páginas de la Cámara de Representantes local que se difundió durante el fin de semana, el cual reveló fallas en todos los niveles de la policía e identificó a 91 patrulleros estatales en el lugar, una cifra que supera a todos los agentes de Uvalde combinados en la escuela del sur de Texas el 24 de mayo pasado.
El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, declaró ayer que los hallazgos del reporte legislativo “son sumamente perturbadores”, pero no se refirió a ninguna agencia en particular.
El reporte ofrece una nueva perspectiva sobre la participación de las agencias estatales y federales cuyos responsables, a diferencia de las autoridades locales, no han tenido que estar presentes en reuniones en las que han sido confrontados por los indignados padres de los niños asesinados.
El Departamento de Seguridad Pública de Texas no estableció un plazo para completar su revisión interna. Señaló que se examinarán las acciones de todos los patrulleros, agentes de la policía estatal y miembros de los Rangers que estuvieron en la escuela primaria “para determinar si ocurrieron violaciones a las políticas, leyes o doctrinas”.
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