Una corte iraquí condenó el lunes a 15 años de prisión a un ciudadano británico acusado de sacar antigüedades del país de forma ilegal, un caso que ha atraído la atención internacional.
La condena al geólogo retirado Jim Fitton causó conmoción en la corte en Bagdad y sorprendió incluso a su abogado defensor. Él y su familia argumentaron que Fitton, de 66 años, no tenía intención de violar la ley.
"Creí que el peor escenario posible sería un año, con sentencia suspendida", lamentó el abogado de Fitton, Thair Soud, visiblemente conmocionado, a The Associated Press.
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La corte determinó que un alemán juzgado con Fitton no tuvo intenciones delictivas en el caso y autorizó su liberación.
El juez Jabir Abd Jabir concluyó que al tomar los objetos, que según la investigación técnica del gobierno eran piezas de más de 200 años, y pretender transportarlas fuera del país, Fitton tuvo intención delictiva de sacarlas de contrabando de Irak.
Su caso ha recibido atención internacional en un momento en el que Irak confía en impulsar su incipiente industria turística. Los dos hombres comparecieron por primera vez ante la corte el 15 de mayo con uniformes amarillos de detenidos y dijeron a los jueces que no habían actuado con intención delictiva y que no tenían idea de que podrían haber violado las leyes del país.
Fitton dijo que "sospechaba" que los elementos que recolectó eran fragmentos antiguos, pero que "en ese momento no sabía acerca de las leyes iraquíes" o que no estaba permitido tomar fragmentos. Fitton dijo que, como geólogo, tenía la costumbre de recolectar tales fragmentos como pasatiempo y que no tenía intención de venderlos.
En su defensa, Soud dijo que Fitton esperó semanas estando detenido antes de contratarlo como su asesor legal, argumentando que eso demuestra que el británico no tenía idea de la gravedad del caso ni del valor de los bienes hallados en su poder.
Sin embargo, el juez no consideró los argumentos de Soud de que Fitton desconocía las leyes iraquíes y el valor de los objetos que tomó. Fitton y el ciudadano alemán, Volker Waldman, fueron detenidos el 20 marzo en el aeropuerto de Bagdad después que personal de seguridad del aeropuerto descubrió las piezas en su equipaje. Los dos habían participado en una expedición turística por yacimientos antiguos del país.
Su guía turístico, también un ciudadano británico de más de 80 años y con problemas de salud, murió bajo custodia policial por razones ajenas a su detención. Se encontraron más de 20 fragmentos arqueológicos en su poder.
La familia de Fitton se preocupó cuando él no llegó en un vuelo programado de regreso a Kuala Lumpur, donde reside con su esposa, el 20 de marzo. Posteriormente, se enteraron de que Fitton, un geólogo de compañías de petróleo y gas que ha viajado mucho, había sido llevado a una celda de detención temporal en el aeropuerto, donde seguía detenido, dijo la hija de Fitton, Leila, a la AP el mes pasado.
Fitton se perdió la boda de su hija en Malasia, que tuvo lugar a principios de mayo. Leila dijo en ese momento que estaba "desconsolada" por su ausencia.
Su esperanza por el regreso de su padre a casa ha sido un tema casi diario en sus redes sociales. Diecinueve horas antes de que Fitton fuera sentenciado, la hija publicó una foto de sus padres para conmemorar su aniversario de bodas. En otra, en un viaje de senderismo familiar, escribió que esperaba que su padre pudiera unirse a ellos en la próxima aventura.
El equipo de defensa de Waldman señaló que el turista alemán llevaba las piezas para Fitton, pero no las recogió en el yacimiento. Los dos hombres están acusados de contrabando según las leyes de antigüedades el país y podían enfrentarse a la pena capital. Sin embargo, las autoridades indicaron que eso era sólo una posibilidad remota.
Soud dijo que pretendía apelar la condena de inmediato. No estaba claro si Fitton podría cumplir su sentencia en su país natal, lo que requeriría un acuerdo bilateral entre Irak y Gran Bretaña.
SCV