El presidente de Irán ordenó el miércoles la investigación de una serie de incidentes en los que gases nocivos provocaron náuseas y otros trastornos a las estudiantes en escuelas para niñas, y que algunos funcionarios sospechan son ataques a la educación de las mujeres.
Cientos de alumnas en unas 30 escuelas han sufrido los efectos desde noviembre, y algunas han sido hospitalizadas. Al principio las autoridades hicieron caso omiso, y apenas hace días han reconocido la magnitud de la crisis.
Las niñas se han quejado de jaquecas, palpitaciones, letargo e incluso incapacidad para moverse. Algunas han dicho sentir olor a mandarinas, cloro o productos de limpieza.
A diferencia del vecino Afganistán, en Irán no ha habido ataques de extremistas religiosos a la educación de las niñas. Las mujeres y las niñas seguían asistiendo a clase incluso durante la Revolución Islámica de 1979 que derribó la monarquía respaldada por Occidente.
El presidente Ebrahin Raisi dijo en una reunión de gabinete el miércoles que el Ministerio del Interior debe investigar los incidentes con ayuda de los de salud e inteligencia e inmediatamente dar a conocer los resultados al público, informó la agencia noticiosa estatal IRNA.
Fue la primera vez que el mandatario habló públicamente sobre las intoxicaciones.
La noche anterior a la reunión, un alto funcionario de la seguridad restó importancia al asunto, que según él era guerra psicológica librada por enemigos del país, a los que no identificó.
“Más del 99 por ciento de esto es estrés, rumores y guerra psicológica iniciada por canales de TV particularmente hostiles para crear una situación perturbada y estresante a las estudiantes y sus padres”, dijo el viceministro del Interior, Majid Mirahmadi, a la TV estatal. “Su objetivo era obligar al cierre de las escuelas”.
Este es un momento difícil en Irán, luego de meses de protestas nacionales desde septiembre, cuando una joven murió tras ser arrestada por la policía de la moral por presunta violación del estricto código de vestimenta islámico.
Después de meses de minimizar los incidentes en las escuelas, IRNA publicó varias historias el domingo en los que diversos funcionarios reconocieron la magnitud de los hechos.
El fiscal general ha ordenado una investigación porque “existen posibilidades de actos criminales deliberados”. Un viceministro de salud dijo a IRNA que ciertas personas, a las que no identificó, buscaban el cierre de las escuelas.