Nuevas protestas estallaron este sábado en Irán por la muerte de una joven detenida por la policía de la moral, pese a la sangrienta represión de las fuerzas de seguridad que ha dejado al menos 41 muertos, según cifras oficiales.
El principal partido reformista de Irán exhortó el sábado al Estado a acabar con la obligación para las mujeres de llevar velo en público. El supuesto uso "inapropiado" del pañuelo islámico fue lo que provocó la detención de la joven fallecida, Mahsa Amini, de 22 años.
Cientos de manifestantes han sido arrestados, junto con activistas reformistas y al menos 17 periodistas, según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), entre ellos Niloufar Hamedi, del diario reformista Shargh, que informó sobre la muerte de Amini.
La televisión estatal anunció que el número de muertos ascendía a 41 víctimas. También transmitió imágenes de "alborotadores" en las calles del norte y oeste de Teherán, así como en "algunas provincias", y dijo que estos habían incendiado propiedades públicas y privadas.
El grupo Iran Human Rights elevó el número de muertos a 54, excluyendo al personal de seguridad, y afirmó que, en muchos casos, las autoridades habían condicionado la devolución de los cuerpos de los muertos a sus familias a que aceptaran entierros secretos.
La oenegé con sede en Oslo dijo que la mayoría de las muertes se habían producido en las provincias del Mar Caspio de Guilán y Mazandarán.
El monitor web NetBlocks informó que ahora Skype está restringido en el país, como parte del apagón de las comunicaciones que ya afecta a otras plataformas y redes sociales como Instagram, WhatsApp y LinkedIn.
ledz