Las autoridades israelíes denegaron el permiso para que el director de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés) entrara en la Franja de Gaza, dijeron la UNRWA y el ministro de Asuntos Exteriores egipcio, calificándolo de medida sin precedentes.
El jefe de la UNRWA, Philippe Lazzarini, hablando junto al ministro de Asuntos Exteriores egipcio, Sameh Shoukry, en una conferencia de prensa en El Cairo, dijo que tenía la intención de ir a Ráfah el lunes, "pero hace una hora he sido informado de que mi entrada en Ráfah ha sido denegada".
Shoukry dijo a Lazzarini: "El gobierno israelí le ha denegado la entrada, lo que es un hecho sin precedentes para un representante de tan alto rango".
La UNRWA, fundada en 1949, proporciona ayuda y servicios esenciales a los refugiados palestinos y es el mayor proveedor de este tipo en Gaza.
La decisión de denegar a Lazzarini el permiso para entrar en el territorio se produce en un momento en el que los palestinos de Gaza se enfrentan a una crisis humanitaria cada vez más grave. Un informe respaldado por la ONU afirmaba el lunes que se espera una hambruna de aquí a mayo en el norte de Gaza.
"Estamos inmersos en una carrera contrarreloj para tratar de revertir el impacto de la propagación del hambre y la inminente hambruna en la Franja de Gaza", dijo Lazzarini, que calificó el hambre en la Franja de "provocada por el hombre".
La crisis podría resolverse y revertirse mediante una voluntad política adecuada y Gaza podría ser "inundada" de alimentos a través de los pasos fronterizos terrestres, añadió.
Lazzarini ha visitado la Franja de Gaza cuatro veces desde que comenzó la guerra de Gaza el 7 de octubre y en numerosas ocasiones antes de eso, dijo a Reuters la directora de comunicaciones de UNRWA, Juliette Touma.
"Las autoridades israelíes han denegado hoy la entrada en Gaza al comisionado general de la UNRWA", dijo Touma.
Era la primera vez que a Lazzarini se le negaba la entrada desde que comenzó en el cargo, para el que fue nombrado en 2020.
"Estábamos listos para salir esta mañana en un avión egipcio de El Cairo a El Arish", dijo Touma.
La UNRWA se encuentra en el centro de una crisis por las acusaciones israelíes realizadas en enero de que 12 de sus 13 mil empleados en Gaza participaron en el ataque de Hamás contra Israel del 7 de octubre.
Las acusaciones israelíes llevaron a 16 países, entre ellos Estados Unidos, a suspender la financiación de la UNRWA por valor de 450 millones de dólares, poniendo en crisis sus operaciones.
La UNRWA despidió a algunos miembros de su personal, alegando que actuaba para proteger la capacidad de la agencia para prestar ayuda humanitaria, y se inició una investigación interna independiente de la ONU.
Australia es uno de los varios países que han reanudado posteriormente la financiación y su ministro de Asuntos Exteriores dijo la semana pasada que su país había consultado con la UNRWA y otros donantes, además estaba convencido de que la agencia de ayuda no era una organización terrorista.
UNRWA ha condenado los ataques del 7 de octubre, diciendo que las acusaciones israelíes contra la agencia (de ser ciertas) son una traición a los valores de la ONU y a las personas a las que UNRWA sirve.
Tras cinco meses de guerra entre Israel y Hamás, la ONU ha advertido de que al menos 576 mil personas en Gaza (una cuarta parte de la población) están al borde de la hambruna y la presión mundial ha ido en aumento sobre Israel para permitir un mayor acceso de la ayuda.
Lazzarini también dijo que más de 150 instalaciones de UNRWA han sido alcanzadas, dañadas o completamente destruidas durante la ofensiva lanzada por Israel en respuesta a los ataques del 7 de octubre.
"También sabemos que varios miembros del personal que han sido detenidos han pasado por una investigación muy dura, malos tratos y humillaciones", dijo Lazzarini.
SNGZ