Decenas de miles de israelíes salieron este domingo a las calles a manifestarse tras la destitución del ministro de Defensa, Yoav Gallant, quien se fue ayer el primer miembro del Gobierno en oponerse públicamente al avance de la reforma judicial impulsada por el primer ministro, Benjamín Netanyahu.
En Tel Aviv, miles de personas bloquearon el tráfico de la principal arteria de la ciudad, portando banderas israelíes y al grito de "Democracia, democracia".
En Jerusalén, varios cientos de manifestantes rompieron uno de los cordones de seguridad en torno a la residencia del primer ministro y se enfrentaron con la Policía.
Por otra parte, el cónsul israelí en Nueva York, Asaf Zamir, anunció, poco después del cese del ministro, su renuncia a su cargo uniéndose a las críticas contra el mandatario.
"Tras los acontecimientos de hoy, ha llegado la hora de sumarme a la lucha por el futuro de Israel para asegurar que continúe siendo un faro de la democracia y la libertad en el mundo", escribió a través de su cuenta de Twitter.
Estados Unidos profundamente preocupado por la situación
Por su parte, el gobierno estadunidense, principal aliado de Israel, dijo estar "profundamente preocupado" por los acontecimientos en Israel tras el cese del ministro de Defensa.
"Estamos profundamente preocupados por los acontecimientos de hoy en Israel, que subrayan aún más la necesidad urgente de un compromiso", dijo la vocera del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Adrienne Watson, en un comunicado.
Destitución de ministro de Defensa
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, destituyó a su ministro de Defensa después de que éste pidiera el sábado una pausa de un mes en el controvertido proyecto de reforma judicial del Gobierno.
"El primer ministro Benjamin Netanyahu ha decidido destituir al ministro de Defensa Yoav Galant", dijo la Oficina del primer ministro en un comunicado.
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Durante un discurso del pasado sábado, Galant, quien pertenece al mismo partido que Netanyahu, dijo que teme que la división sobre la reforma cree una "amenaza real para la seguridad de Israel".
El gobierno de Netanyahu, uno de los más conservadores de la historia de Israel, presentó en enero un proyecto de reforma legal de la magistratura, el país se encuentra fuertemente dividido y hay manifestaciones en contra del proyecto cada semana.
La reforma prevé aumentar el poder de los cargos electos en detrimento del Poder Judicial lo que, según sus críticos, pone en peligro el carácter democrático del Estado de Israel.
"La seguridad de Israel siempre ha sido y seguirá siendo la misión de mi vida", compartió Galant en su cuenta de Twitter.
La víspera, había pedido " detener el proceso legislativo" durante un mes.
"Estoy comprometido con los valores del Likud (...) pero los cambios mayores a nivel nacional deben hacerse por la vía de la consulta y el diálogo", afirmó el ya ex ministro, antes de una semana clave marcada por otras disposiciones legislativas y nuevas convocatorias de protestas que se esperan masivas.
"Netanyahu puede despedir a Galant pero no puede despedir a la realidad y no puede despedir al pueblo de Israel que se opone a la locura de la coalición", tuiteó el líder opositor, Yair Lapid. que el día anterior alabó el "valor" del ministro destituido.
La reforma ha suscitado críticas no solo dentro, sino también fuera del país. Incluso el principal aliado de Israel, Estados Unidos, ha expresado su "preocupación" por la reforma.
aag