Insurgentes palestinos en Gaza lanzaron proyectiles al sur de Israel y la aviación israelí atacó objetivos en el enclave costero en la madrugada del jueves, un día después de una letal balacera con soldados israelíes en la ocupada Cisjordania que se cobró la vida de 10 palestinos.
Un hombre de 66 años murió luego de la incursión debido a la inhalación de gases lacrimógenos. El derramamiento de sangre prolonga uno de los periodos más letales en años en el conflicto entre israelíes y palestinos en Cisjordania, donde docenas de palestinos han muerto por fuego israelí en lo que va de año. Los ataques palestinos contra israelíes han dejado 11 fallecidos en 2023.
La violencia se produce unas semanas después de la llegada al poder del nuevo gobierno de ultraderecha de Israel, encabezado por el primer ministro Benjamin Netanyahu, que se ha comprometido adoptar una línea dura contra los palestinos y a aumentar la construcción de asentamientos en los territorios que éstos quieren para su futuro estado.
Anticipando posibles represalias, Israel reforzó la seguridad en zonas críticas. En enero, un día después de una incursión en el campo de refugiados de Yenín, en Cisjordania, con 10 muertos, un palestino mató a tiros a siete personas ante una sinagoga en Jerusalén Este.
La policía indicó que los guardas de seguridad apostados en la entrada de un puesto avanzado en Cisjordania dispararon el jueves a una mujer que, según dijo, trató de apuñalarlos. El estado de la mujer se desconocía de inmediato.
El ejército israelí señaló que combatientes palestinos dispararon seis cohetes desde Gaza hacia el sur del país a primera hora del jueves. Las defensas antiaéreas interceptaron cinco de ellos, lanzados hacia las ciudades de Ascalón y Sederot, agregó. Otro proyectil cayó en campo abierto.
Israel respondió movilizando a su aviación, que alcanzó varios objetivos en el norte y el centro de la Franja, incluyendo un centro de fabricación de armas y un complejo militar de Hamas, el grupo insurgente que gobierna el territorio. Ni las autoridades israelíes ni las gazatíes reportaron heridos.
La violencia en Cisjordania suele provocar la respuesta de la insurgencia en Gaza. Ningún grupo palestino se atribuyó de inmediato el lanzamiento de los cohetes.
Entre los 11 muertos en Nablus había tres hombres palestinos de 72, 66 y 61 años, y un adolescente de 16, según funcionarios de salud. Decenas de personas más resultaron heridas.
Varios grupos insurgentes palestinos reclamaron a seis de los fallecidos, incluyendo los tres buscados en el operativo israelí, como miembros. Por el momento se desconocía si los demás pertenecían a grupos armados.
El del miércoles fue uno de los enfrentamientos más cruentos en casi un año de choques en Cisjordania y Jerusalén Oriental y aumentó la posibilidad de nuevos incidentes. La policía de Israel dijo que estaba en alerta mientras que Hamas indicó que se “le estaba agotando” la paciencia. Yihad Islámica, otro grupo radical, prometió represalias.
En respuesta al cateo, se convocó una huelga en Cisjordania y las escuelas, universidades y comercios cerraron sus puertas en señal de protesta. En la Franja también se suspendieron las clases.
Los medios israelíes citaron a altos cargos de seguridad que mostraron su preocupación porque la situación pueda agravarse a medida que se acerca el Ramadán, el mes sagrado para los musulmanes.
Casi 60 palestinos han sido asesinados en Cisjordania y Jerusalén Este en lo que va de año, de acuerdo con un conteo de The Associated Press.
En 2002, cerca de 150 palestinos perdieron la vida en esos territorios, lo que lo convirtió en el más letal desde 2004, según las cifras de B’Tselem, un grupo israelí de derechos humanos. En el lado israelí, unas 30 personas murieron en ataques perpetrados por palestinos.
Israel sostiene que la mayoría de los palestinos muertos eran insurgentes. Pero entre las víctimas hay jóvenes que protestaban contra las incursiones israelíes y otras personas no implicadas en las confrontaciones.
Las fuerzas israelíes capturaron Cisjordania, Jerusalén Este y la Franja de Gaza — los territorios reclamados por los palestinos para su futuro estado— en la guerra de los Seis Días de 1967.
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