La Policía Federal de Brasil imputó al ex presidente del país Jair Bolsonaro por sospechas de fraude en sus registros de vacunación, informaron el martes dos fuentes relacionadas con el asunto.
Una investigación de la Contraloría General del país ya había demostrado que los registros de vacunación de Bolsonaro eran falsos.
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Además de Bolsonaro, también fue imputado uno de sus ex ayudantes, Mauro Cid, detenido en mayo del año pasado en el marco de la investigación.
Según las fuentes, Bolsonaro fue acusado de introducir datos falsos en el Sistema Único de Salud (SUS) del país y de formar una organización criminal.
Contactado por Reuters, el ex presidente reiteró que no había tomado la vacuna covid-19 y dijo que estaba tranquilo.
"Es una investigación selectiva. Estoy tranquilo, no debo nada", dijo Bolsonaro. "El mundo sabe que no tomé la vacuna".
Durante su mandato, Bolsonaro restó importancia en varias ocasiones a las medidas de inmunización y distanciamiento social en medio de la pandemia, que mató a más de 700 mil personas en Brasil.
El ex presidente difundía información falsa sobre vacuna contra el covid-19:
La Corte Suprema publicó el martes la acusación de la policía que alega que Bolsonaro y otras 16 personas insertaron información falsa en la base de datos de salud pública para que pareciera que el entonces presidente, su hija de 12 años y varios otros en su círculo se habían vacunado contra el coronavirus.
Durante la pandemia, Bolsonaro era uno de los pocos mandatarios en el mundo que se oponía a la vacuna, se burlaba abiertamente de las restricciones sanitarias y exhortaba a la sociedad a seguir su ejemplo. Su gobierno ignoró varias ofertas de la empresa farmacéutica Pfizer de vender a Brasil decenas de millones de vacunas en 2020 y criticó al entonces gobernador del estado de Sao Paulo, João Doria, por comprar vacunas a la empresa china Sinovac cuando no había otras disponibles.
La oficina del procurador general tendrá la última palabra para decidir si presenta cargos contra Bolsonaro ante el Supremo Tribunal. El ex presidente, que gobernó de 2019 a 2022, es objeto de varias investigaciones.
Bolsonaro, de 68 años, conserva la fuerte adhesión de su base, como lo demostró una concentración de 185 mil personas en la arteria principal de Sao Paulo para denunciar lo que ellos (y el ex presidente) llaman su persecución política.
El tribunal electoral supremo ya ha inhabilitado a Bolsonaro hasta 2030 por abuso de poder durante la campaña de 2022 y sembrar dudas infundadas sobre el sistema de votación electrónica.
También se investiga a Bolsonaro por supuestamente tratar de introducir en el país dos juegos de joyas de diamantes e impedir que se las incorpore a la colección pública de la presidencia. Otra se relaciona con su presunta participación en la insurrección del 8 de enero de 2023 en Brasilia, poco después de la juramentación de Lula. Bolsonaro rechaza todas las acusaciones.
DLGE