Presidenta interina de Bolivia toma vuelo comercial para ir con su familia

Jeanine Áñez dejó el avión presidencial y en su lugar tomó un vuelo comercial para pasar la Navidad con su madre y hermanos.

Jeanine pidió por todas las familias de Bolivia para que pasen una felices fiestas navideñas. (Captura de Pantalla)
Editorial Milenio
Bolivia /

La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, abordó un vuelo comercial de La Paz a Santa Cruz para pasar la Navidad, presidiendo del avión presidencial que usaba Evo Morales.

La actitud de la mandataria marca una ruptura radical con el modo de gobernar de su predecesor que habitualmente usaba helicópteros y una aeronave exclusiva para realizar recorridos cortos y más extensos.

"Quiero para ustedes una feliz Navidad. Que Dios bendiga a cada uno de sus hogares y que muy pronto tengamos la oportunidad de tener un gobierno que dure por cinco años", dijo Añez.

La mandataria interina tomó ese tiempo para explicar que viajaba para pasar la Navidad con su madre y hermanos, algo que arrancó aplausos de los que la escucharon, al mismo tiempo de que varios grababan con sus celulares.

"Ha hecho uso de un vuelo comercial. Ha rehusado usar la nave del estado, porque se trata de un viaje por motivos personales, para pasar las fiestas de Navidad con su familia", dijo el secretario presidencial, Erick Foronda.

Según el funcionario, Áñez también participará en la entrega de regalos a niños de un centro oncológico en Santa Cruz y regresará el miércoles a La Paz para reiniciar sus funciones habituales.

Evo Morales utilizaba un helicóptero para recorrer distancias cortas de unos tres kilómetros de la residencia presidencial hasta su despacho en la Casa Grande del Pueblo, dentro de La Paz.

El argumento que usaron los colaboradores de Morales en su momento fue que el uso recurrente de helicópteros y del avión era necesario para cumplir sus compromisos en días de agenda estrecha, que demandaban desplazamientos en diferentes regiones del país.

Además fue el mismo Evo quien aseguró que el avión presidencial no era un lujo sino un instrumento de trabajo y se mostró crítico a los vuelos comerciales, que no usaba, porque a su juicio perjudicaban a la gestión diaria.

ledz

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