Áñez denuncia tortura y abusos en su contra en una carta escrita desde la cárcel en Bolivia

La ex presidenta interina del país sudamericano cumple una semana detenida por el procesamiento de "golpe de Estado".

La ex presidenta interina, Jeanine Áñez, detenida en Bolivia. (AFP)
Editorial Milenio
Bolivia /

La ex presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, reveló hoy en sus redes sociales una carta de su puño y letra en la que denuncia torturas y abusos desde que fue detenida hace una semana por las autoridades del país sudamericano y llama "dictadura" al gobierno actual, liderador por Luis Arce.

Áñez fue detenida este mes y procesada bajo el caso conocido como "golpe de Estado", donde también se le acusa de por los delitos de sedición y terrorismo.

En siete hojas de la carta  sostiene varias veces que "no hubo golpe (de Estado). Fue un fraude", refiriéndose directamente a lo que pasó en la crisis de 2019, que derivó en la renuncia de Evo Morales a la Presidencia de Bolivia y su posterior exilio a México y Argentina.

"Al pueblo boliviano. Mis primeras palabras al pueblo boliviano desde la cárcel de la dictadura", así inicia la carta de la ex presidenta transitoria en la que sería su primera declaración pública desde que está encarcelada.

Jeanine Áñez sostiene que sus palabras son de "ánimo y firmeza, esta es una lucha por la democracia y vamos a darla hasta el final".

Hoy cumple una semana recluida en una cárcel desde que un juez le dictó detención preventiva, inicialmente por cuatro meses y luego extendida a seis meses, ante el riesgo de fuga.

¿Cómo está la salud de Áñez?

La salud de Jeanine Áñez se ha convertido también en una batalla judicial.

El viernes un juez ordenó en plena audiencia el traslado a una clínica debido al deterioro de su cuadro clínico por la hipertensión que padece, medida que horas más tarde fue revertida por el mismo regulador, que en cambio pidió llevarla a otra cárcel, lo que se hizo efectivo la madrugada del sábado.

"Ya se llevaron mi libertad (...) ahora quieren llevarse mi salud", afirmó para luego agregar que no han permitido que la vean médicos independientes al gobierno, de los que dice que "desconfía" porque son parte del "sistema de abuso y represión".

Áñez advierte que si algo "mayor" pasa con su salud responsabiliza directamente a "Luis Arce, (ministro de Gobierno) Eduardo del Castillo, (comandante de la policía) Jhonny Aguilera, (ministro de Justicia) Iván Lima y autoridades del régimen penitenciario".

El director general del Régimen Penitenciario de Bolivia, Juan Carlos Limpias, aclaró el sábado pasado que la orden judicial para llevar a Áñez a una clínica fue revocada por el mismo juez y se decidió trasladarla a otra prisión para que el instituto forense sea el encargado de "verificar el estado de salud" de la exautoridad.

"Yo soy una más, estoy serena, aquí estoy y aquí estaré hasta que el cuerpo me aguante", dijo y reiteró que no tiene intenciones de salir de Bolivia, como en su momento lo hicieron en 2019 "los que cobardemente renunciaron para no hacerse cargo de un país en llamas".

Gobierno de Arce es "dictadura", dice Áñez

"Hoy la dictadura me imputa por delitos que no he cometido. Jamás fui terrorista. Asumí la Presidencia por sucesión constitucional para pacificar Bolivia. No hubo golpe, hubo fraude", denuncia Áñez sobre el proceso en su contra que sostiene, al igual que la mayoría de los sectores opositores, es una "persecución política".

Sostuvo que ha sufrido "abusos" desde el momento en el que fue aprehendida en su ciudad natal Trinidad, en el departamento amazónico del Beni, y luego traslada en un avión Hércules de la Fuerza Aérea Boliviana a La Paz y recluida en los calabozos de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen (Felcc).

También dijo que sus sobrinos, de 20 y 28 años, fueron torturados por los agentes de la Policía que hicieron parte del operativo para su detención y que otros familiares, personas mayores y niños fueron "amenazados".

"No podemos entrar, estoy sin casa, no podemos sacar ropa, mis medicinas", revela la ex presidenta interina que se encuentra recluida en la cárcel de mujeres de Miraflores, aislada por la cuarentena que debe guardar según el protocolo contra el covid-19 en centros carcelarios.

"Soy madre soltera y si llegan a matarme por uno u otro medio (...) solo quiero pedir al pueblo boliviano por la seguridad de mis hijos y mi familia y que los bolivianos no se rindan jamás frente a la dictadura y la persecusión política", finaliza la carta con la firma y su número de identificación.

OMZI

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