El camino de Joe Biden hacia las elecciones presidenciales de 2024 será arduo, con trabas como su edad, las amenazas geopolíticas e incluso la posibilidad de que su adversario no sea Donald Trump.
¿Por qué Biden anuncia su candidatura a la reelección?
El anuncio formal significa que el presidente puede empezar a recaudar fondos directamente para su reelección. Hasta ahora, desde que llegó a la Casa Blanca, sus discursos de recaudación de fondos han sido en beneficio del Comité Nacional Demócrata (CND) u otras agrupaciones políticas.
Biden gastará fondos de campaña en salarios y logística al construir un equipo para 2024 y realizará eventos por fuera de sus funciones oficiales. Para el viernes planea una cena en Washington con grandes donantes y dirigentes del CND en la que prestará atención especial a los que aportan cheques por sumas abultadas para garantizar que su campaña cuente con fondos.
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Algunos donantes y organizadores se quejaban por la falta de actividad en el frente electoral, y el anuncio, seguido por la cena del viernes, les dará mayor seguridad.
Otra razón para demorar el anuncio hasta abril era que le permitió no revelar públicamente cuánto había recaudado su campaña durante el primer trimestre, una época del año habitualmente parca en materia de aportes. Además, algunos de los grandes donantes querían un descanso después de un año ajetreado de elecciones intermedias y antes de que las presidenciales cobren impulso.
El presidente Barack Obama anunció su intención reelectoral para 2012 en abril del año anterior. Y además, el martes se cumplió el cuarto aniversario del anuncio de Biden de disputar la presidencia en 2020.
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Por su parte, el presidente Donald Trump anunció oficialmente su intención de ir por la reelección el 20 de enero de 2017, el día mismo de su juramentación, y realizó su primer acto de campaña el mes siguiente. Pero su campaña comenzó oficialmente con un acto en junio de 2019 en Orlando, Florida, que coincidió aproximadamente con el cuarto aniversario del inicio de la campaña para 2016.
Su edad, un desafío
El primer desafío es el más evidente: el demócrata, que este martes anunció su candidatura, ya es el presidente más viejo de Estados Unidos.
Y ahora, con 80 años, pide a los estadunidenses que le den las llaves de la Casa Blanca hasta los 86.
Dos chequeos de salud realizados en noviembre de 2021 y febrero de 2023 concluyeron que está sano y es "apto" para ejercer sus funciones.
Pero Joe Biden presenta cierta rigidez al andar y tiene problemas de elocución y meteduras de pata que le han valido críticas de los republicanos, que consideran que carece de agudeza mental suficiente para su trabajo.
Esto, en un momento en que se embarca en un ejercicio agotador: liderar una campaña con viajes incesantes al tiempo que ejerce sus funciones de presidente.
Por el momento responde a las preguntas sobre su edad con un lacónico "¡Mírame!" (en acción), o con bromas.
Aún así planteó el tema frontalmente, algo muy inusual, durante un viaje reciente a Irlanda.
"Estoy al final de mi carrera, no al comienzo", dijo Joe Biden ante el Parlamento en Dublín, y añadió que con los años ganó "algo de sabiduría".
"Tengo más experiencia que cualquier otro presidente en la historia" de Estados Unidos. "Eso no me hace ni mejor ni peor, pero me da algunas excusas".
Los republicanos hablan con frecuencia de la edad de Biden, y algunos demócratas recuerdan las promesas de la campaña 2020 de servir de “puente” hacia una nueva generación de líderes.
Una aspirante a la candidatura republicana, la ex embajadora ante la ONU Nikki Haley, ha dicho que los candidatos mayores de 75 años deberían someterse a una prueba de aptitud mental.
Esto incluiría también a Trump, quien anunció su campaña para 2024 en noviembre. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, ha dicho que Biden dio muestras suficientes al ayudar a los demócratas a obtener resultados sorprendentemente buenos en las elecciones intermedias.
“Si han olvidado los triunfos que obtuvo el presidente en los últimos años, con mucho gusto se los recordaré”, dijo Jean-Pierre en febrero.
Las candidaturas de los republicanos
Joe Biden nunca ha ocultado que su rival favorito para 2024 es Donald Trump, que ya está en campaña.
Porque le ganó una vez, porque el ex presidente republicano de 76 años es el adversario predilecto de los demócratas en general, y porque el millonario tendrá que alternar entre el calendario electoral y el judicial.
Pero el demócrata de 80 años tendrá que adaptar la campaña si emerge otro rival más joven e igual de conservador, como el gobernador de Florida, Ron DeSantis.
Biden sabe que tiene las estadísticas de su parte y que normalmente los presidentes estadunidenses suelen salir reelegidos si se presentan a un segundo mandato. Una tendencia en la que no deberá confiarse, porque él, por su edad, es difícilmente comparable con casos anteriores.
¿Biden tendrá una nueva manera de gobernar EU?
Los colaboradores de Biden aseguran que no habrá grandes cambios, al menos por ahora.
El miércoles recibirá al presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, en una cena de Estado en la Casa Blanca y planea viajes al exterior hacia mediados de año. Tal como en meses recientes, Biden seguirá viajando por el país para destacar las leyes promovidas por su gobierno.
Biden ha hablado en muchos lugares del país sobre el paquete bipartidista de obras públicas que permitirá reparar caminos, autopistas, puentes, puertos y túneles ferroviarios y cómo otras leyes estimularán la manufactura, reducirán los precios de medicamentos y mejorarán el acceso al internet de banda ancha en zonas rurales.
En esa clase de eventos, la línea entre los asuntos oficiales y la promoción política del presidente y partido suele volverse borrosa, y más aún a medida que pasa el tiempo.
Desde las semanas anteriores a las elecciones de medio mandato, Biden ha denunciado con frecuencia a los republicanos “extremistas” cuya lealtad al movimiento “Make America Great Again” (devolver la grandeza a Estados Unidos, MAGA por sus siglas en inglés) significa una amenaza a la democracia. Es un mensaje que seguirá promoviendo a medida que la campaña de 2024 cobra impulso.
La política de Biden a las demás naciones
Cualquier escalada con Beijing, por ejemplo en torno a Taiwán, antes de las elecciones presidenciales afectaría la campaña de Joe Biden, que ha centrado su política exterior en la rivalidad con China.
Además, aunque el presidente estadunidense ha logrado aunar a los occidentales y a la opinión pública en torno a Ucrania, nadie sabe qué sucederá dentro de uno o dos años. Sobre todo porque la oposición republicana, que controla una de las dos cámaras del Congreso, se ha comprometido a no extender un "cheque en blanco" a Kiev.
Y hay muchas otras amenazas: la agresividad de Corea del Norte, el programa nuclear iraní...
La economía de EU
Hasta ahora, todo indica que el crecimiento de la primera potencia económica mundial se desacelera pero sin disparar el desempleo.
Pero no se descarta una recesión y por supuesto Estados Unidos sigue siendo vulnerable a un shock exógeno: un conflicto internacional, una nueva pandemia, un choque energético, un cataclismo financiero...
Esto en un momento en que la oposición republicana tiene la intención de hacer cuanto pueda por obstaculizar los proyectos presupuestarios de Joe Biden, hasta el punto de agitar el riesgo de un default.
La familia de Biden
Joe Biden ha sufrido varios duelos: la muerte de su primera esposa y su bebé en 1972, y la de su hijo mayor Beau en 2015 debido a un cáncer.
Hoy está muy apegado a su familia y su segunda esposa, Jill Biden. Su campaña dependerá en gran parte del apoyo de sus familiares. Y podría verse sacudida por los ataques a su hijo menor Hunter, con un pasado plagado de adicciones y a quien los republicanos acusan de haber hecho negocios turbios en Ucrania y China.
Sus dramas pasados han enseñado a Joe Biden a tener una fe inquebrantable en sus capacidades y a desafiar las predicciones sobre su futuro político.
Pero también cierta humildad: "Respeto mucho el destino", dijo en varias ocasiones durante los últimos meses.