John Kerry, enviado presidencial especial de los Estados Unidos para el Clima, anunció la creación de un plan de compensación de emisiones de carbono destinado a ayudar a los países en desarrollo a acelerar su transición para abandonar los combustibles fósiles.
Kerry lanzó el Acelerador de la Transición Energética (ETA, por su sigla en inglés) con la intención de financiar proyectos de energía renovable y acelerar la transición a la energía limpia en los países en desarrollo.
Estados Unidos desarrollará el programa con el Bezos Earth Fund y la Fundación Rockefeller, con aportaciones de los sectores público y privado, que funcionaría hasta 2030 y posiblemente se extendería hasta 2035.
Chile y Nigeria están entre los países en desarrollo que han mostrado un interés temprano en la ETA, adelantó Kerry y Bank of America, Microsoft, PepsiCo y Standard Chartered Bank han manifestado su interés en "informar sobre el desarrollo de la ETA".
"Nuestra intención es poner el mercado del carbono a trabajar para desplegar el capital que acelere la transición de la energía sucia a la limpia, concretamente para retirar la resistente energía generada por carbón y acelerar el desarrollo de las energías renovables", dijo el miércoles en la presentación del evento.
Kerry añadió que los créditos de carbono utilizados en el programa serán de "alta calidad" y cumplirán "fuertes salvaguardas".
El enviado climático estadunidense reconoció las críticas generalizadas a los programas de compensación voluntaria de emisiones de carbono, planteadas por los grupos ecologistas y por un grupo de trabajo creado por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quien el martes recomendó que las empresas y los gobiernos utilicen los créditos de carbono con moderación para no socavar sus planes de emisiones de cero neto.
Kerry dijo que Guterres apoya la iniciativa del mercado de carbono liderada por Washington siempre que haya salvaguardas para ello. Ambos se reunieron el miércoles en la cumbre del clima COP27 que se celebra en Egipto.
Los grupos ecologistas criticaron la iniciativa, afirmando que el plan retrasaría los esfuerzos reales para reducir las emisiones.
JLMR