Erika Yanira Morales es una joven de 20 años que lleva los últimos tres postrada en una cama a raíz de una agresión que sufrió afuera de un bar, y dada su situación prefiere la muerte.
Todo comenzó cuando tenía 17 años y fue a un antro de su natal Pasto, en Colombia, donde fue atacada a botellazos en la cabeza por dos mujeres.
El ataque le provocó un infarto cerebral, por lo que desde 2021 vive en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), sin capacidad de caminar ni comunicarse.
Su madre la cuida, y se hace cargo de los gastos, pero el sufrimiento es tal que la llevó a solicitar la eutanasia al gobierno. Pese a que tiene el respaldo de su psicóloga, ya se lo negaron una vez.
La joven sufre de úlceras por presión y solo puede comunicarse a través de un abecedario, según explica su hermana al medio El Tiempo.
Así vive Erika:
La autoridad negó su solicitud de eutanasia por que fue su madre quien presentó la solicitud y no ella personalmente, así que ahora insiste con una carta que se hizo pública gracias a su hermana.
"Es muy difícil para mí y para mi familia, ya que prácticamente vivo por la ventilación mecánica. Eso me parece injusto porque para mí no es vida. Es solo una vida artificial. La verdad, estoy cansada de depender de todos, y lo más duro es que estoy consciente y me doy cuenta de absolutamente todo", explica en su misiva.
Aquí la carta:
"Me siento cansada, no doy más. Es más, la psicóloga ya habló conmigo y está de acuerdo con la decisión que tomé. Señores Emssanar, con todo el respeto que ustedes se merecen, tengan un poquito de corazón, compasión y piedad. Si literalmente estoy muerta en vida", exige.
SNGZ