El genocidio de Ruanda, acontecido en 1994, es una mancha inadmisible tras el Holocausto en los esfuerzos multilaterales emprendidos por el mundo luego de la Segunda Guerra Mundial, sostuvo Juan Ramón de la Fuente, representante Permanente de México ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En 1994, casi un millón de personas fueron masacradas en el país africano a causa de un conflicto entre las etnias hutu y tutsi.
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“Las instituciones que hemos construido no están exentas de fallos. El genocidio en Ruanda fue una mancha inadmisible en un mundo posterior al Holocausto, en el que se suponía que un sólido andamiaje de derechos humanos evitaría semejante atrocidad”, sostuvo.
En un discurso pronunciado el lunes, con motivo del Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas del Holocausto, el cual es hoy, el embajador abundó que los crímenes de odio que se siguen viviendo en el mundo son recordatorio de que los gobiernos pueden hacer más para evitarlos.
“Los crímenes de odio, como aquellos cometidos en Boston, en El Paso (donde al menos siete mexicanos perdieron la vida), en Christchurch o en la Sinagoga del Árbol de la Vida en Pittsburgh, entre muchos otros, son claros recordatorios de que podemos, y debemos, hacer mucho más”, subrayó De la Fuente.
De cara la conmemoración del Holocausto donde se estima que fueron asesinados 18.6 millones de personas entre judíos, discapacitados, gitanos, homosexuales, entre otros, el embajador de México ante la ONU expresó que “conmemorar a las víctimas del Holocausto implica reflexionar sobre el pasado sin dejar de mirar hacia el futuro”.
Se manifestó preocupado por las narrativas xenófobas, deshumanizantes, racistas y antisemitas que actualmente persisten en varias partes del mundo.
“Recordamos el Holocausto porque tomó lo peor de la humanidad para sacar lo mejor de la humanidad”, dijo frente a la Sinagoga Park East en Nueva York.
Finalmente destacó que México trabaja para erradicar los flujos ilícitos y peligrosos de armas pequeñas y ligeras, “convencido de que la protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales constituye un pilar esencial para la prevención de las atrocidades en masa y los conflictos armados”.
OMZI