La defensa de Donald Trump trató de socavar la credibilidad de su ex abogado Michael Cohen en el juicio penal que se sigue contra el candidato presidencial republicano por sus pagos a cambio de silencio, destacando su historial de mentiras y declaraciones celebrando los problemas legales del ex mandatario.
El abogado de Trump, Todd Blanche, reprodujo a los jurados clips de audio de Cohen diciendo que el caso "me llena de alegría" y que se sentía "mareado de esperanza y risa" imaginando a Trump y su familia en prisión.
"¿Le afecta personalmente el resultado de este juicio?", preguntó Blanche. "Sí", respondió Cohen.
Al ser cuestionado por el abogado de Trump, Cohen admitió haber mentido bajo juramento cuando se declaró culpable en 2018 de delitos federales, entre ellos, fraude fiscal, así como de mentir al Congreso sobre el trabajo que hizo en un acuerdo de bienes raíces de Trump en Rusia.
“Fue una mentira ¿correcto?”, preguntó Blanche a Cohen sobre si le mintió al difunto juez de distrito de Estados Unidos William H. Pauley III en una audiencia del tribunal cuando le dijo que no fue presionado para declararse culpable. “Correcto”, dijo Cohen.
Trump culpa a Biden por el juicio:
Cohen admitió que había culpado a otros, incluido Trump, a raíz de sus propias condenas penales por cargos fiscales y de financiación de campaña. Mantuvo la compostura mientras respondía a las preguntas, en contraste con sus comentarios públicos agresivos y a menudo soeces.
No obstante, señaló que mintió porque era lo que Trump quería, y también porque "lo que estaba en juego (le) afectaba personalmente".
Blanche buscó infructuosamente que Cohen admitiera haber mentido sobre el motivo de las llamadas a finales de 2016 a Keith Schiller, el guardaespaldas de Trump, al indicar que no fue para negociar el pago de Daniels, como ha testificado, sino para hablar de una serie de llamadas de acoso de un bromista de 14 años.
Otra vía que usó Blanche fue la de subrayar el odio a Trump por parte de Cohen (cuya lealtad se desintegró en 2018) y preguntó al ex abogado si creía que su pódcast Mea Culpa y entrevistas que ha dado a los medios ayudaron a que Donald Trump fuera acusado.
Podcast de Cohen:
"Me atribuí algo de crédito, sí", dijo Cohen con un tono sosegado.
Las preguntas de Blanche sugirieron que Cohen podría enfrentarse a otro largo día en el estrado, ya que la defensa busca presentarlo como un rencoroso traidor ansioso por ver a su antiguo jefe entre rejas.
Cohen, de 57 años, dijo esta semana que Trump le ordenó pagar 130 mil dólares a la estrella porno Stormy Daniels en 2016 para proteger su campaña presidencial.
Trump, acusado en este juicio de 34 delitos graves de falsificación de registros comerciales y que de ser acusado podría ser sentenciado a libertad condicional o hasta cuatro años de prisión, asistió hoy a la corte con un séquito de republicanos, algo que no es inusual.
Republicanos afuera de la corte:
Su hijo Eric y más de diez legisladores republicanos se sentaron detrás de Trump, poniendo de manifiesto que, pese a tener que pasar cuatro días cada semana en el Tribunal Penal de Manhattan, el jefe está en medio de su campaña para las elecciones presidenciales de este año.
Incluso, decenas de grandes globos con forma de pene sobrevolaron las inmediaciones de la corte, lo que movilizó al grupo de policías que prestan vigilancia fuera de la corte.
A eso de la una de la tarde un partidario de Trump que asiste regularmente a la corte abrió la puerta de una furgoneta de la que salieron los globos de color rosa (más o menos de un metro de largo) que volaron por la zona, llamando además la atención de la prensa que aguardaba fuera del tribunal, según pudo apreciarse en varios videos aparecidos en las redes sociales.
Así volaron los penes:
Los globos llevaban impresas las caras de personas como el juez Juan Marchand, que preside el juicio a Trump, y la del fiscal de Manhattan, Alvin Bragg, que presentó la acusación que llevó a juicio al ex mandatario.
Otro rostro fue el de Jack Smith, el fiscal especial que procesa a Trump en Washington por el asalto al capitolio del 6 de enero del 2021.
En un primer momento, un grupo de trumpistas que también estaban en las inmediaciones, interpretaron equivocadamente que se trataba de un ataque contra su líder y comenzaron a gritar "qué vergüenza, qué vergüenza", pero callaron cuando vieron los rostros en los globos, de acuerdo con un periodista que presenció lo ocurrido.
SNGZ