El líder Corea del Norte, Kim Jong Un, prometió continuar avanzando en la disuasión nuclear e introducir una "nueva arma estratégica" en el futuro próximo, dijo la agencia estatal KCNA, después de que Estados Unidos dejó pasar un plazo límite para reiniciar las conversaciones de desnuclearización.
Kim acusó a Washington de hacer "demandas similares a las de los gángsters" y dijo, en una reunión del Partido de los Trabajadores, que el alcance de la disuasión nuclear dependerá de la actitud de Estados Unidos, lo que dejó abierta la puerta al diálogo.
Kim Jong Un declaró en 2018 que Corea del Norte ya no tenía necesidad de pruebas de misiles balísticos nucleares e intercontinentales. El anuncio amenaza con echar por tierra los esfuerzos diplomáticos de los dos últimos años. El presidente estadunidense Donald Trump mencionó a menudo que Kim le prometió no efectuar ningún test.
Pero las negociaciones nucleares entre los dos líderes se han visto estancadas desde el fracaso de la cumbre en Hanói en febrero. Y Corea del Norte dio de plazo a Estados Unidos hasta fin de año para que hiciera concesiones, o de lo contrario tomaría un "nuevo camino".
Ante un pleno del comité central del partido gobernante, Kim dejó claro que su país estaba dispuesto a seguir viviendo bajo sanciones internacionales para preservar su capacidad nuclear.
"Estados Unidos está planteando exigencias contrarias a los intereses fundamentales de nuestro Estado y adopta un comportamiento de gángster", dijo citado por el KCNA.
Washington ha "llevado a cabo decenas de ejercicios militares conjuntos (con Corea del Sur) que el presidente (Donald Trump) había prometido personalmente detener", envió equipos militares al Sur e intensificó las sanciones contra Pyongyang.
"Nunca venderemos nuestra dignidad", añadió, prometiendo "una acción impactante para hacer que (Estados Unidos) pague por los daños sufridos por nuestro pueblo".
AE