El líder norcoreano Kim Jong-un asistió al funeral del mariscal Hyon Chol Hae, quien fue su mentor, y sin cubrebocas cargó el ataúd, unos días después de que Pyongyang declaró que el brote de covid-19 está bajo control.
Sin embargo, también se ha mencionado que el país se encuentra haciendo frente a la rápida propagación de una fiebre aparentemente vinculada al covid-19.
Los medios norcoreanos hablan de "personas con fiebre", en lugar de pacientes con covid o casos confirmados, en lo que se atribuye a la falta de medios del país para detectar la infección a gran escala, como test y otros equipos, aunque Pionyang sí ha confirmado la circulación del patógeno.
El mariscal Hyon es mencionado como una figura crucial que preparó a Kim Yog-un para tomar el poder antes de la muerte de su padre y predecesor Kim Jong Il en 2011.
Las exequias tuvieron lugar el mismo día en que Corea del Norte contabilizó unos 167 mil casos más y un fallecido por unas fiebres que podrían estar vinculadas a covid-19.
La agencia de noticias de Corea del Norte difundió fotos de Kim, sin mascarilla, portando el ataúd junto a un grupo de funcionarios todos con barbijo.
El líder norcoreano declaró la negligencia de los funcionarios públicos en la respuesta contra covid tras la aparición de los primeros casos en mayo y afirmó que tomaba el mando del control del brote.
Durante el fin de semana, la agencia oficial de noticias KCNA declaró que la epidemia está "siendo controlada de forma estable" y reportó que la cifra de muertos "disminuye drásticamente cada día".
Los expertos cuestionan los datos oficiales y el registro de casos, dado que el país tiene uno de los peores sistemas sanitarios del mundo, no cuenta con medicamentos ni tiene medios para realizar pruebas masivas.
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