El líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, se unió a las tropas que entrenaban con un nuevo modelo de taque y condujo uno de ellos, reportó la prensa estatal el jueves, mientras sus rivales Corea del Sur y Estados Unidos concluían sus ejercicios militares anuales.
Es la tercera vez que Kim observa los entrenamientos de sus tropas desde el inicio de los 11 días de maniobras conjuntas de Seúl y Washington, que considera que son un ensayo para una invasión. Esta es una respuesta menos provocadora que las pruebas de misiles. Pyongyang ha intensificado estos lanzamientos desde 2022 y ha reforzado su retórica bélica este año.
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En los ejercicios del miércoles, Kim describió el nuevo tanque norcoreano como “el más poderoso del mundo” y pidió a sus tropas que refuercen su “espíritu combativo” y completen “los preparativos para la guerra”, de acuerdo con la Agencia Central de Noticias de Corea (ACNC). Las otras dos jornadas que supervisó estuvieron dedicadas al tiro de artillería y ejercicios de movilidad.
El nuevo tanque se presentó por primera vez durante un desfile militar en 2020, y su rodaje en las maniobras del miércoles indica que está listo para su despliegue, según expertos surcoreanos.
Las imágenes del carro de combate distribuidas por el Norte muestran que tiene un tubo de lanzamiento de misiles, un sistema desarrollado por la Antigua Unión Soviética en la década de 1970. El nuevo vehículo podría suponer una amenaza para Corea del Sur, dijo Yang Uk, analista del Instituto Asan de Estudios Políticos, pero está por ver si se puede producir en serie.
El Ministerio de Defensa norcoreano amenazó la semana pasada con “actividades militares responsables” en respuesta a los ejercicios conjuntos entre el Sur y Estados Unidos, que incluyeron un puesto de mando simulado por computadora y 48 tipos de ejercicios de campo, el doble que el año pasado. Seúl y Washington han estado ampliando sus maniobras en respuesta a las pruebas armamentísticas de Pyongyang.
La preocupación por los preparativos militares en el Norte aumentaron luego de que Kim prometió en un discurso en enero que reescribirá la Constitución para eliminar el antiguo objetivo de buscar una unificación pacífica de la Península de Corea y presentar a Corea del Sur como su “enemigo principal invariable”. Según el mandatario, la nueva Carta Magna debe especificar que, si estalla otra guerra, se anexionará y subyugará el Sur.
Los movimientos de Kim indican “el cambio fundamental de Corea del Norte en su política hacia Corea del Sur, más allá de la simple retórica", ya que el su anterior postura a favor de la unión intercoreana le había permitido hacer un firme llamado a la retirada de las tropas estadounidenses del Sur, dijo un alto funcionario de la oficina presidencial de Seúl a un pequeño grupo de reporteros el lunes. El funcionario pidió no ser identificado debido a la delicada naturaleza del asunto.
Los expertos afirman que es probable que Kim quiera utilizar su arsenal mejorado para obtener concesiones de Estados Unidos, como un alivio de las sanciones internacionales. Se espera que el Norte expanda sus ensayos y aumente su retórica bélica este año con motivo de las elecciones parlamentarias que se celebrarán en Corea del Sur en abril y de las presidenciales estadounidenses de noviembre.
“Los entrenamientos entre Corea del Sur y Estados Unidos han terminado, pero los del Norte aún no", dijo Yang. “No se quedarán quietos (...) han estado hablando de guerra".
JCM