La directora del Servicio Secreto dejará su puesto, según un correo electrónico que ella envió al personal, tras el intento de asesinato contra el ex presidente Donald Trump que desató una protesta generalizada sobre cómo la agencia encargada de proteger a los mandatarios actuales y anteriores podría fracasar en su misión central.
Kimberly Cheatle, jefa del Servicio Secreto desde agosto de 2022, enfrentaba crecientes pedidos de dimisión y varias investigaciones sobre cómo el agresor pudo acercarse tanto al candidato presidencial republicano en un mitin de campaña al aire libre en Pensilvania.
“Asumo toda la responsabilidad por la falla de seguridad”, dijo en el correo electrónico al personal el martes. “A la luz de los acontecimientos recientes, he tomado con gran pesar la difícil decisión de dejar el cargo de directora”.
Cheatle se enfrentó a la condena bipartidista cuando compareció ante la Comisión de Supervisión de la Cámara de Representantes el lunes, negándose a responder a las preguntas de los legisladores frustrados sobre el plan de seguridad para el mitin y cómo las fuerzas del orden respondieron al comportamiento sospechoso del hombre armado.
Varios legisladores republicanos y demócratas le pidieron que dimitiera.
La ex jefa del Servicio Secreto rechaza preguntas:
Trump, candidato presidencial republicano, resultó herido en la oreja derecha y un asistente al mitin murió en el tiroteo. El pistolero, identificado como Thomas Crooks, de 20 años, fue abatido por un francotirador del Servicio Secreto.
Cheatle, que ha dirigido la agencia desde 2022, dijo a los legisladores que asumía la responsabilidad del tiroteo, calificándolo como el mayor fracaso del Servicio Secreto desde que el entonces presidente Ronald Reagan fuera tiroteado en 1981.
El Servicio Secreto se enfrenta a investigaciones de múltiples comités del Congreso y del organismo de control interno del Departamento de Seguridad Nacional, su organización matriz, sobre su actuación. El presidente Joe Biden, que puso fin a su campaña de reelección, también ha pedido una revisión independiente.
Justificación de Cheatle:
Gran parte de las críticas se han centrado en el hecho de que no se asegurara el tejado de un edificio industrial en el que se encaramó el hombre armado, a unos 140 metros del escenario en el que hablaba Trump. La azotea fue declarada fuera del perímetro de seguridad del Servicio Secreto para el evento, una decisión criticada por ex agentes y legisladores.
Cheatle ocupaba un alto cargo de seguridad en PepsiCo cuando Biden la nombró directora del Servicio Secreto en 2022. Previamente había trabajado 27 años en la agencia.
Asumió el cargo tras una serie de escándalos relacionados con el Servicio Secreto que dañaron la reputación de una agencia elitista e insular.
"Me referiré solo a la investigación del FBI":
Diez agentes del Servicio Secreto perdieron su empleo tras revelarse que llevaron a mujeres, algunas de ellas prostitutas, a sus habitaciones de hotel antes de un viaje a Colombia del entonces presidente Barack Obama en 2012.
La agencia también se enfrentó a acusaciones de haber borrado mensajes de texto de la época del atentado del 6 de enero de 2021 en el Capitolio de Estados Unidos. Esos mensajes fueron solicitados posteriormente por un grupo del Congreso que investigaba los disturbios.
SNGZ