Las fuerzas de seguridad allanaron el miércoles 15 propiedades en diferentes puntos de Alemania y confiscaron activos, dentro de una investigación sobre el grupo activista climático Last Generation, según la fiscalía, ante una creciente impaciencia por las tácticas de la organización.
La fiscalía de Múnich dijo estar investigando a siete personas de entre 22 y 38 años sospechosas de pertenencia o apoyo a organización criminal. La investigación comenzó tras numerosas denuncias penales recibidas del público desde mediados de 2022.
Los miembros de Last Generation han cortado carreteras en varios puntos de Alemania en varias ocasiones, dentro de sus esfuerzos de presionar al gobierno para que tome medidas más drásticas contra el cambio climático.
En las últimas semanas han paralizado el tráfico casi a diario en Berlín, pegándose a importantes intersecciones y autopistas. En el último año también han atacado varias exposiciones y obras artísticas
Sus tácticas han provocado fuertes críticas. El canciller, Olaf Scholz, dijo el lunes que creía que “es una completa locura pegarse a una pintura o en la calle”. Miembros destacados del Partido Verde, una formación ecologista que forma parte del gobierno de coalición de Scholz, han dicho que las acciones del grupo son contraproducentes.
La pesquisa en Baviera se sumaba a otra investigación iniciada el año pasado por fiscales de Neuruppin, a las afueras de Berlín, por las protestas ante una refinería de petróleo en el este de Alemania. Ese caso valora si los activistas de Last Generation han formado una organización criminal, una designación que también sopesan autoridades regionales conservadoras.
La fiscalía dijo que los sospechosos están acusados de organizar y fomentar una campaña para “financiar más delitos penales” del grupo y reunir al menos 1,4 millones de euros (1,5 millones de dólares). También se sospecha que dos de ellos intentaron sabotear un oleoducto que conecta la ciudad bávara de Ingolstadt del puerto italiano de Trieste en abril de 2022.
Los cateos del miércoles, acompañados de órdenes de congelar dos cuentas bancarias y otros activos, pretendían reunir pruebas sobre la estructura interna de Last Generation y su financiamiento. No se hicieron detenciones.
Last Generation ha reconocido que sus protestas son provocadoras, pero alega que al provocar fricciones pueden fomentar el debate en la sociedad contra el cambio climático.
“Redada nacional #completalocura” tuiteó el grupo el miércoles. “Registros en grupos de cabildeo y congelación del dinero (de combustible) fósil del gobierno, ¿para cuándo?”, añadió.
Otro grupo activista climático, Extinction Rebellion, expresó su solidaridad con Last Generation. En un tuit, afirmó que el objetivo principal de las redadas con el argumento de que había una organización criminal era “desviar la atención de los auténticos criminales”.
FR