La suicida misoginia de Trump

El candidato republicano insiste en colocar en su mira a las mujeres para criticarlas y cuestionar su capacidad de gobernar. Estos exabruptos pueden impedir su llegada a la Casa Blanca.

A la ex Miss Universo Alicia Machado.
La Aldea
Washington /

Insultos, ataques personales en Twitter, ironías por televisión: el comportamiento de Donald Trump hacia las mujeres, incluida Hillary Clinton, su adversaria, se convirtió en un problema que puede costarle la elección.

Hace una semana se vio envuelto en una polémica con la ex Miss Universo venezolana Alicia Machado, a quien había llamado años atrás “Miss Piggy” (Señorita Cerdita) porque subió de peso.

Pero este episodio es el más reciente capítulo de polémicas con mujeres periodistas, comediantes y políticas, quienes fueron objeto de comentarios de Trump por sus cuerpos, sus vidas sexuales, sus competencias o su salud física.

La semana pasada, en un gesto inédito para un candidato presidencial, Trump usó su cuenta de Twitter —a las cinco de la mañana— para enviar un mensaje a sus seguidores sobre el pasado de Machado y su video sexual.

También es el primer candidato en mofarse de su adversario, al imitar a una Clinton debilitada a raíz de un malestar que sufrió durante un acto público el mes pasado: “Ahí tienen a una mujer que supuestamente va a luchar contra esto y lo otro, y ni siquiera puede caminar cinco metros hasta su auto”.

En el primer debate presidencial, el 26 de septiembre, también tuvo la oportunidad para alimentar su ya larga pelea con la comediante Rosie O’Donnell. “He dicho algunas cosas duras sobre ella, y creo que todos aquí estarán de acuerdo en que ella se lo merece y que nadie se siente mal por ella”, argumentó.

Previamente, también había reservado artillería verbal contra la presentadora Megyn Kelly, de la cadena Fox News, de tendencia conservadora. “No diré que es un bimbo (mujer sexy y cabeza hueca) porque sería políticamente incorrecto. Diré que es una reportera peso mosca”.

La aspirante presidencial Carly Fiorina, al inicio de la campaña, también fue objeto de la furia de Trump durante un debate en las primarias republicanas. “¡Miren esa cara! ¿Quién votaría por eso?”

Una investigación periodística sugirió que durante su gestión al frente del reality show “The Apprentice”, ya había mostrado una conducta cuestionable. Más de 20 ex miembros del equipo del programa, editores y participantes recuerdan a Trump haciendo comentarios bajos o sexualmente agresivos sobre las mujeres del programa.

En diversos sondeos, las estadunidenses —52% del electorado— dejaron claro que los comentarios de Trump no son bienvenidos. 55% adelanta que votará por Clinton, contra 36% que prefiere a Trump. Luego de los comentarios sobre Machado, 55% de las mujeres dijo que tenía una peor impresión de Trump, de acuerdo con un sondeo de Politico/Morning Consult.

Esto “realmente lo pone en una posición precaria con las mujeres, el mayor bloque de electores en el país”, afirma Jeane Zaino, profesora de ciencia política en el Iona College.

En su opinión, los republicanos “son sensibles a que perdido el voto femenino en varias elecciones”.

En esta campaña el comité de Trump ha tratado de aproximarse al electorado femenino con propuestas como la adopción de una licencia de maternidad pagada o mensajes en tv en que su hija Ivanka habla sobre las familias y las mujeres que trabajan.

El partido “está trabajando duro para capturar el voto femenino, pero él sigue haciendo esos comentarios sobre... una reina de belleza de hace décadas”, recuerda Zaino.

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