Frente a la inminente globalización resulta fundamental trabajar en la integración de América Latina sin importar las corrientes ideológicas que predominan en los países, aseguró el ex presidente de Uruguay, José Mujica.
“No importa ser de derecha, de izquierda o de centro, hay que ser latinoamericano, tener la capacidad de soñar. Nunca vamos a integrarnos si no tenemos la voluntad política, y no le damos valor a la dimensión que tiene como una autodefensa”, sentenció.
Al impartir su conferencia magistral en el Encuentro Latinoamericano “México ante los extremismos”, Mujica aseguró que a diferencia de otras regiones del mundo, Latinoamérica no ha logrado entender la importancia de la unidad y de dejar atrás los brotes nacionalistas que hemos visto recientemente.
Ante ello, aseguró que resulta fundamental evolucionar el pensamiento para ver que estamos frente a una economía trasnacional corporativa en donde el Estado debe aliarse para generar ganancias y aprovechar el éxito de la gestión privada y transfiriendo la seguridad que da el respaldo de un Estado.
Recordó que mientras que el patrimonio promedio de las naciones crece entre a un dos por ciento, el patrimonio de la economía trasnacional corporativa está creciendo por encima del 15 por ciento anual, lo que evidencia un nuevo mundo de centralidad económica que debe aprovecharse.
No obstante, el ex mandatario criticó que la nueva religión de esta época sea el mercado, vinculando al ser con el tener y dando prioridad al crecimiento económico sin pensar en el desarrollo de las sociedades y de una nación.
“Si el PIB no crece, todos desesperados porque no crece, esa es la preocupación central, todo tiene que crecer hasta la capital de México, y que los pobres demoren cuatro horas por día para ir a trabajar y después nadie se plantea si serán felices, porque lo importante no es la felicidad es el negocio. Lo determinante es el mercado”, dijo.
Mujica estuvo acompañado del Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, quien aseguró que el Gobierno de México buscará enfocarse en la cultura como una vía para contrarrestar el discurso de odio, de miedo y de supremacismo.
En un mundo en dónde parece haber una competencia de civilizaciones, cuya formulación extrema es su sustitución y su reacción es el supremacismo, el odio y el miedo, como propuesta para organizar la vida política en la cultura universal (…) creemos firmemente que la cultura, que es el espacio del encuentro y la creación humana, puede ser la gran propuesta de América Latina y el Caribe, para el resto del mundo, y podemos aspirar un diseño distinto de la convivencia universal”, refirió.
jamj