El presidente de Argentina, Alberto Fernández, salió nuevamente en defensa del ex mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, condenado por corrupción, en medio de los difíciles intentos diplomáticos de ambos países de acercarlo a Jair Bolsonaro.
Pese a las advertencias de algunos sectores de que su defensa de Lula, el principal líder de la oposición al mandatario de extrema derecha, echaría por tierra los esfuerzos para acercarlo a Bolsonaro, el mandatario argentino participó en una reunión virtual en que el líder socialista fue presentado como un líder político inocente, pero perseguido por la Justicia en Brasil.
Fernández, que realiza este lunes una visita oficial a México, envió un video grabado para participar en la reunión virtual organizada por el Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil en el que manifestó su convicción de que Lula es inocente de las acusaciones de corrupción por las que ha sido condenado y dijo esperar un cambio en la situación política del país vecino.
"Entiendo que en Latinoamérica se está revirtiendo lo que se vio en los últimos años. Ese cambio comenzó por Argentina y Bolivia, y seguramente seguirá por Ecuador", afirmó Fernández en referencia a las recientes victorias electorales de la izquierda en países que eran gobernados por la derecha.
"Tengo la plena confianza en que Brasil también revisará lo que está ocurriendo", agregó el mandatario argentino sin citar a Bolsonaro, y con el que protagoniza una dura rivalidad que ha impedido a ambos tener su primer encuentro bilateral.
Su participación en el acto de defensa de Lula se produce en momentos en que diplomáticos de ambos países intentan organizar la que puede ser la primera reunión oficial entre Fernández y Bolsonaro, que podría ocurrir de manera paralela a una cumbre en la que los gobernantes del Mercosur conmemorarán en marzo próximo en Argentina los 30 años del bloque comercial del que ambos países forman parte con Paraguay y Uruguay.
Las tensas relaciones entre ambos países en los últimos meses bajaron de nivel en enero pasado, cuando Fernández recibió en Buenos Aires al secretario de Asuntos Estratégicos de Brasil, Flavio Viana Rocha, el funcionario de más alto rango del gobierno de Bolsonaro que ha visitado Argentina.
Alberto Fernández y Jair Bolsonaro, el "agua y aceite" en Sudamérica
Pese a la histórica relación entre ambos países, Bolsonaro y Fernández, que asumió en diciembre de 2019, han manifestado visiones diferentes sobre el futuro del Mercosur, la política regional y la pandemia de covid-19.
Bolsonaro, un duro crítico de los gobiernos socialistas de Lula en Brasil y de Cristina Fernández en Argentina, y cualquier representación de la izquierda, se negó a asistir a la toma de posesión de Fernández. La primera comunicación telefónica entre ambos tan solo se produjo el pasado 30 de noviembre después de que ambos fueran muy críticos entre sí en declaraciones públicas.
En su vídeo de este lunes, Fernández se abstuvo de comentar el último ataque de Bolsonaro, que replicó en sus redes sociales una información publicada este lunes por la prensa brasileña con críticas a la gestión del gobierno argentino sobre la pandemia, la legalización del aborto y la situación económica.
El presidente argentino prefirió centrarse en su análisis como profesor de derecho sobre el Lawfare, como es conocido el uso de la justicia para perseguir a adversarios políticos.
Fernández dijo que Lula fue víctima de una persecución por parte de la justicia y de la prensa para impedirle disputar las elecciones presidenciales de 2018, vencidas por Bolsonaro, y dijo que la misma herramienta fue utilizada contra Rafael Correa en Ecuador y Cristina Fernández en Argentina.
"Se trata de un mecanismo maldito adoptado por Brasil y otros países de la región y que ha servido para que la justicia y la prensa se unan para perseguir opositores", dijo.
Afirmó que los procesos por corrupción contra Lula están basados en supuestas declaraciones de personas que se dicen arrepentidas de sus crímenes y que no presentaron ninguna prueba.
"De la ignominia del proceso contra Lula dan cuenta las nuevas noticias. Ahora sabemos cómo el juez (Sergio) Moro manipulaba a los fiscales, y cómo los fiscales se prestaron para garantizar que Lula no pudiese ser candidato", dijo Fernández en referencia a supuestas conversaciones entre fiscales interceptadas ilegalmente por “hackers”, que demostrarían un complot contra el líder progresista y que vienen siendo divulgadas por la prensa.
"Ahora las pruebas revelan claramente cómo fue la persecución a Lula y yo lo celebro porque siempre lo defendí y por eso lo visité cuando estuvo detenido. Muchos me criticaron porque decían que ignoraba las decisiones de la justicia, pero cuando lo visité sabía cómo había sido el proceso y fui con la plena convicción de visitar a una persona inocente. Y el tiempo me ha dado la razón", dijo.
"En Latinoamérica hace años se está usando a la justicia para perseguir opositores y a la prensa para construir en el imaginario popular culpabilidades en donde solo hay inocencias", agregó.
dmr