Alex Saab, presunto testaferro de Maduro, fue informante de la DEA, según archivos de EU

El empresario leal al gobierno de Nicolás Maduro, que fue detenido en Cabo Verde y extraditado a Estados Unidos, proporcionó información sobre los sobornos que pagó a funcionarios del país sudamericano.

Alex Saab fue un informante de la DEA antes de involucrarse con Nicolás Maduro. (Especial / Archivo)
Adyr Corral y AFP
Miami / Ciudad de México /

Alex Saab, un empresario colombiano cercano al gobierno venezolano de Nicolás Maduro, fue informante de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) y proporcionó información sobre los sobornos que pagó a funcionarios del país sudamericano, según documentos judiciales desclasificados este miércoles.

Saab, de 49 años, compareció por primera vez en octubre ante un tribunal federal de Miami, en el sureste de Estados Unidos, por conspirar para blanquear dinero. De acuerdo con la Fiscalía, el empresario se convirtió en 2018 en una "fuente confidencial de la DEA" durante 12 meses. 

“En el transcurso de casi doce 12 meses, SAAB MORAN cooperó con agentes de la Administración de Control de Drogas (DEA), proporcionó a la DEA información sobre su actividad delictiva, participó en acciones proactivas, cooperó como una fuente confidencial para la DEA, y decomisó dinero para los Estados Unidos y la DEA como parte de un acuerdo de autoentrega en los Estados Unidos para enfrentar cargos por su conducta criminal”, se lee en el documento consultado por MILENIO.

La trama de narcotráfico y traiciones internas dentro del llamado Cártel de Los Soles tiene una sección importante que se desarrolla en México. En agosto de 2021 el gobierno de Maduro y la oposición venezolana aglutinada en Plataforma Unitaria se reunieron en el Museo de Antropología de la Ciudad de México para entablar una serie de negociaciones mediadas por Noruega y acompañadas por Rusia y los Países Bajos, respectivamente.

En ese plazo, entregó más de 12 millones de dólares conseguidos con sus actividades ilegales a las autoridades estadunidenses, con las que firmó un acuerdo para entregarse y ser juzgado por el caso de blanqueo de dinero.  Horas después de la desclasificación de los documentos, Saab negó haber sido un informante de la DEA.

"El señor Saab desea aclarar que el único propósito de las reuniones" con las autoridades estadunidenses "era confirmar que ni él ni las empresas asociadas con él habían hecho nada malo", indica un comunicado emitido por el abogado del colombiano, David B. Rivkin. 
"Cualquier supuesta interacción que tuvo lugar con el Departamento de Justicia y varios agentes de las fuerzas del orden público (de Estados Unidos), se llevó a cabo con el pleno conocimiento y apoyo de la República Bolivariana de Venezuela", añade el documento. 

Según la acusación estadunidense, Saab y su socio, el prófugo colombiano Álvaro Pulido, transfirieron 350 millones de dólares obtenidos ilegalmente en Venezuela para blanquearlos a través de Estados Unidos. 

La Fiscalía asegura que ambos se lucraron ilegalmente y crearon una red de sobornos, aprovechando un contrato firmado con el gobierno venezolano en noviembre de 2011 para construir viviendas destinadas a personas de bajos ingresos. 

Alex Saab fue extraditado de Cabo Verde hacia Estados Unidos en octubre de 2021. (AP / Archivo)

El primer contacto entre Saab y las autoridades estadounidenses ocurrió en agosto de 2016 en Bogotá. Ahí, la DEA y la policía federal (FBI) le mostraron la información que habían recabado sobre sus negocios en Venezuela. 

Saab "proporcionó (a Estados Unidos) información sobre los sobornos que pagó y los delitos que cometió", según los documentos judiciales revelados este miércoles. 

La cooperación concluyó en mayo de 2019, después de que el empresario colombiano no cumpliera el plazo para entregarse a Estados Unidos.  Dos meses después, la justicia del país norteamericano lo imputó por el caso de blanqueo de dinero. 

Saab llegó a Miami en octubre tras su extradición desde Cabo Verde, donde había sido detenido en junio de 2020 a petición de Estados Unidos. La acusación considera a Saab como un presunto testaferro del presidente venezolano, Nicolás Maduro. 

La razón, se alegó, fue la extradición de Saab desde Cabo Verde completada en esos días para hacer frente a cargos de narcotráfico y lavado de dinero a pesar de que, en lo que la oposición consideró un intentó desesperado, Maduro le había dotado de inmunidad diplomática y lo había sumado a la comitiva negociadora que viajaba a México para evitar a toda costa que se sentara ante un jurado en Estados Unidos.

Cuatro meses después las negociaciones en México siguen detenidas a pesar de la presión internacional que existe para que se reanuden y Saab enfrenta los cargos en su contra en Estados Unidos mientras, hasta ahora, Maduro y el gobierno venezolano le elogiaron y encabezaron una campaña de apoyo para conseguir su absolución.

El que se conozca que Saab fue una fuente confidencial de la DEA lo cambia todo y pone en peligro al empresario nacido en Colombia y a su familia, alguna de la cual, aún vive en Venezuela. Especialmente luego de que, precisamente, la DEA le haya fincado cargos de narcoterrorismo a Maduro desde marzo de 2020 y el gobierno estadounidense ofrezca una recompensa de 15 millones de dólares por su captura.

Eso lo tienen claro los fiscales en Florida que llevan el caso en contra de Saab y que están al tanto de su colaboración con la DEA que además de brindar información vital para desmenuzar las actividades del cártel de Los Soles también se ha hecho patente en forma de hasta 12.6 millones de dólares que entregó a los Estados Unidos mientras colaboraba con la agencia antinarcóticos.

La audiencia por caso de Alex Saab en EU continuará hasta octubre de este año. (Archivo)
“A la luz de la cooperación de Saab Morán, que incluyó proporcionar información sobre los sobornos que pagó y los delitos que cometió, los Estados Unidos tiene preocupaciones con respecto a la seguridad de Saab Morán y/o de su familia si ésta información fuera revelada al régimen de Maduro en Venezuela”, se lee en el texto.

En una carta enviada en julio de 2020 por el gobierno de Maduro a Saab mientras permanecía detenido en Cabo Verde, en poder de la justicia estadounidense, el entonces canciller venezolano Jorge Arreaza le recordó: “como Representante Especial (ante Irán), usted está sujeto a las leyes venezolanas y tiene el deber de mantener estricta confidencialidad con respecto a la información clasificada que posea. La violación de este deber puede dar lugar a procesos y sanciones penales, tal como lo establece la legislación venezolana, por poner en riesgo la seguridad y la defensa nacional al divulgar información y revelar secretos y por el delito de traición”.

La extradición del empresario enfureció al gobierno de Maduro, que dio al colombiano la nacionalidad venezolana y un título de embajador, y luchó sin éxito para evitar su traslado a Estados Unidos.

Teniendo en México una sede neutral se reunieron periódicamente hasta en tres ocasiones para buscar soluciones coordinadas a problemáticas sociales, económicas y políticas que aquejan al país sudamericano. Pero, en octubre pasado de cara a la cuarta ronda, Maduro ordenó a su comitiva liderada por Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, que se levantaran abruptamente de la mesa.

En el comunicado de su abogado, Saab declaró que "sigue siendo un ciudadano leal y diplomático de la República Bolivariana de Venezuela y nunca hará nada que perjudique los intereses del país". El juicio de Saab comenzará el 11 de octubre en Miami. El cargo del que se le acusa se castiga con penas de hasta 20 años de cárcel.

El ofrecimiento de Saab por la DEA fue en 2016

De acuerdo con el documento desclasificado recientemente los fiscales Ariana Fajardo y Kurt Lunkenheimer relatan que los días 8 y 10 de agosto de 2016 Saab y sus abogados se reunieron con agentes especiales de la DEA y el Buró Federal de Investigaciones (FBI) en Bogotá.

“Durante estas reuniones, Saab Morán fue interrogado y proporcionó información relacionada con algunas de sus empresas que contrató el Gobierno de Venezuela para construir viviendas de interés social, incluyendo cómo se pagó a las empresas en relación con los contratos y cómo fluyó el dinero después de que sus empresas recibieron los fondos”, se detalló.

Volvió a reunirse con agentes de la DEA en noviembre de 2017 para otro interrogatorio en un lugar no especificado, y finalmente, en junio de 2018 Saab firmó un acuerdo de cooperación con la agencia antinarcóticos como una fuente confidencial activa.

Se comunicaba, según se detalló, con la DEA para dar información de inteligencia sobre todos los movimientos del cártel de Los Soles por teléfono, mensajes de texto y de voz.

El acuerdo de la DEA con Saab incluía entregarse a la justicia estadunidense antes del 30 de mayo de 2019, y de no hacerlo, se especificó que no seguiría siendo una fuente colaboradora y en contraste sería acusada penalmente en el Distrito Sur de Florida, lo que finalmente ocurrió.

Alex Saab Morán fue presunto testaferro de Nicolás Maduro, aunque era un informante de la DEA. (Reuters)

En comunicaciones posteriores con Saab a través de mensajes de texto en mayo de 2019, agentes especiales de la DEA reiteraron la fecha límite en la que tendría que autoentregarse a las autoridades estadunidenses en el Distrito Sur de Florida, sin embargo, no sucedió y el 30 de mayo de 2019 la DEA desactivó el acuerdo con él.

Saab no volvió a comunicarse con la DEA nunca más y optó por permanecer prófugo en Venezuela, hasta su arresto en Cabo Verde mientras se dirigía a Irán en julio de 2020. Aún no queda claro si la DEA reactivará el trato con Saab lo que podría darle inmunidad ante la justicia estadunidense o reducir significativamente su condena por los delitos de los que se le acusa.

dmr

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