Aramecina, Honduras, el pueblo donde todos emigran

Historia

“Desde que yo era muy niño salía mucha gente a Estados Unidos y de una u otra forma la gente actualmente vive de los envíos de dinero desde allá”: Jarfed Maldonado.

Los pocos jóvenes que quedan en el municipio trabajan manejando mototaxis. (Foto: Jorge Carballo)
Omar Brito
Enviado / Aramecina, Honduras /

“Aquí todos se van, todos”, comenta Yelsen García, habitante de Aramecina, municipio del sur de Honduras. Esta comunidad de 10 mil habitantes es poco conocida, pero quienes han oído hablar de ella es porque la mayoría de sus jóvenes y adultos emigran a Estados Unidos o a México en busca de oportunidades.

Es un lugar limpio, la plaza principal está cuidada y el palacio municipal reluciente, pero hay pocos habitantes transitando. Los pocos jóvenes que quedan, muchos porque ya han sido deportados, como Yelsen, trabajan manejando mototaxis.

“Esto de las motos no deja suficiente, hay que irse”, dice uno de ellos.

La prosperidad del municipio se ha logrado gracias a las remesas de los que ya viven en EU. En los alrededores hay muchas casas con estilo americano que han logrado construir los padres o familiares de quienes se van, pero también hay lugares que parecen pueblo fantasma, con casas a medio erigir o abandonadas.

El alcalde del lugar, Jarfed Maldonado, reconoce que, de no tener altos índices de emigración, el municipio tendría, al menos, tres veces más población, pero afirma que hay esperanza de superación por la terminación de la nueva carretera cercana conocida como Canal seco.

“Normalmente le puedo decir que 70 o 75 por ciento de los habitantes de Aramecina tiene uno o dos familiares en Estados Unidos. Si no fuera por el tema de la migración, este lugar sería tres veces más grande, tendríamos mucha más población”.

La temperatura en este municipio llega a 39 o 40 grados, la tierra es árida y las mulas están flacas; la mayoría de la población se dedica a la agricultura.

“El lugar es un pueblo típico, antiguo, como carismático, humanitario. Los pobladores aquí se dedican a la agricultura y la ganadería; sí es verdad que ha prosperado un poco por la remesas. Desde que yo era muy niño salía mucha gente a Estados Unidos y de una u otra forma la gente actualmente vive de los envíos de dinero desde allá”, relata Maldonado a MILENIO.

Pero activistas y parte de la población están molestos con el gobierno del presidente Juan Orlando, quien recientemente se reeligió para otro periodo y al cual señalan de apoyar la salida de ciudadanos para que Honduras se beneficie de las remesas.

Además, la inseguridad y la pobreza son las principales razones de que “salgamos huyendo”, dice Lener García, habitante de Villanueva, población al norte, donde las condiciones han ido empeorando año con año. Hace tiempo les quitaron el servicio de agua y la comunidad se organiza para obtener el líquido.

Un olor fétido emanado de una procesadora de carne cercana empeora el ambiente en donde, a pesar de todo, hay niños que corren con una gran sonrisa, la cual no se ve en los adultos. En ocasiones, Lener tiene que pedir dinero a familiares en Estados Unidos para poder comer y es por eso que en un mes intentará, por cuarta vez, llegar a ese país.

“Uno busca un mejor futuro para uno y su familia, para sus padres, uno busca ayudarlos y ese es un motivo… otro es que en mi trabajo no hay mejores oportunidades; la inseguridad, también. Aquí en nuestro país eso es lo que lo motiva a uno para irse, para salir huyendo. Aparte de eso, la canasta básica, el incremento en la luz, el combustible, no hay salario justo... entonces la gente sigue saliendo de Honduras”, explica Lener.

Gobierno.

“La inseguridad ha disminuido”

El gobierno de Honduras reconoce que no se ha logrado detener la migración, pero presume resultados en otros aspectos.

La vicecanciller Nelly Jerez afirma a MILENIO que la inseguridad ha dejado de ser la primera causa de la salida de miles y que es la esperanza de una mejor calidad de vida lo que empuja a los ciudadanos hondureños a partir hacia EU.

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