El presidente de Argentina, Alberto Fernández, se reunió con los ministros de Educación regionales de todo el país para preparar el regreso a las clases presenciales, pero sindicatos docentes y grupos de padres comienzan a mostrar una creciente resistencia al retorno a las aulas en medio de la pandemia de la covid-19.
En la reunión entre el jefe de Estado y los titulares educativos de las 24 provincias del país se definieron los protocolos para que los alumnos vuelvan a las escuelas después de un 2020 en el que primaron las clases virtuales.
Ya está definido que el ciclo escolar comenzará el próximo miércoles en la ciudad de Buenos Aires y en las provincias de Santa Fe, Santiago del Estero y Jujuy con una combinación de clases presenciales y virtuales y que el resto de los distritos lo harán hacia marzo.
"Habrá una alternancia entre presencialidad y no presencialidad. No estamos volviendo a la escuela de 2020, salvo algunas excepciones, donde puede haber un regreso pleno. Lo que vamos a tener es un esquema de alternancia", dijo en rueda de prensa el ministro de Educación argentino, Nicolás Trotta.
Explicó que, de registrarse casos, se procederá a cierres "en la mínima unidad geográfica posible", y que, "si la realidad epidemiológica se complejiza, se va a tener que retroceder en la intensidad de la presencialidad".
Los padres podrán solicitar permisos en sus trabajos para acompañar a sus hijos en las horas de clases virtuales. Ante la irrupción de la pandemia, el año pasado las clases presenciales se suspendieron en marzo, apenas iniciado el ciclo escolar.
La modalidad de educación virtual se impuso en todo el país hasta que en julio se establecieron protocolos para el regreso a las escuelas, lo que sólo fue posible en algunas provincias y de modo temporal.
El regreso a las aulas se dará en momentos en que Argentina, que acumula 2 millones de contagios y casi 50 mil muertes por covid-19, registra una media diaria de unos 6 mil 670 nuevos casos en los últimos 7 días.
La resistencia sindical para el regreso a clases
La asociación docente Aedmys, uno de los varios gremios de educadores de la capital argentina, resolvió este jueves realizar una huelga de 3 días la semana próxima en rechazo del inicio de las clases presenciales "sin condiciones epidemiológicas seguras, sin las condiciones de infraestructura ni de higiene necesarias y sin recomposición salarial".
El sindicato junto con el Frente de Izquierda se manifestaron este viernes a las puertas de la residencia presidencial de Olivos, donde se realizó la reunión con los ministros de Educación provinciales, a los que acusaron de insistir "con volver al aula como sea".
"Así como abrieron la economía, ahora abren las escuelas sin garantías. En cambio, la docencia, las familias y estudiantes piden asegurar las condiciones sanitarias, edilicias, salariales, presupuestarias, de cargos y epidemiológicas para un retorno seguro a clases", dijo la dirigente de izquierda Celeste Fierro.
Consultado por las resistencias de este y otros gremios, el ministro Nicolás Trotta dijo que confía en el diálogo con los sindicatos y confirmó que el jueves próximo comenzarán las negociaciones salariales con los docentes a nivel nacional.
Preocupación en las familias por el regreso a clases presenciales
En tanto, el colectivo Familias por un Retorno Seguro a las Escuelas se manifestó a las puertas del Ministerio de Educación, en Buenos Aires, el mismo punto en el que el martes pasado Juntos por el Cambio, el mayor frente de oposición política del país, reclamó al gobierno que se garantice el regreso a las clases presenciales en todo el país.
Esta vez hubo padres de familia que manifestaron su preocupación por la falta de controles y de materiales de limpieza y por edificios precarios que ellos no podrán controlar porque el acceso a las escuelas les está vedado.
"Todo ello constituye un brutal avasallamiento de los derechos de familias e infancias", afirmaron en un comunicado.
dmr