El gobierno de Argentina decretó que el internet, la televisión de paga y la telefonía celular y fija son "servicio públicos y esenciales", ordenando congelar sus tarifas hasta el 31 de diciembre de este año.
"Hemos decidido declarar servicios públicos a la telefonía celular, a los servicios de internet y a la televisión paga. De esta manera garantizamos el acceso a los mismos para todos y todas", anunció el presidente Alberto Fernández a través de su cuenta en Twitter.
Con esta decisión "garantizamos el acceso a los mismos (servicios) para todos y todas", escribió el presidente Alberto Fernández en Twitter. En medio de la pandemia, el gobierno ordenó además congelar las tarifas de esos servicios en un país con inflación actual de 42.4 por ciento a nivel interanual.
"De esta manera estamos recuperando herramientas regulatorias que el gobierno anterior (de Mauricio Macri) quitó al Estado. El derecho de los usuarios y consumidores es un derecho constitucionalmente reconocido. En lo sucesivo, no podrá haber ningún aumento sin la previa aprobación del Estado", tuiteó el mandatario
El aislamiento social obligatorio vigente desde el 20 de marzo, que incluyó la suspensión de las clases presenciales en todas las escuelas y universidades del país, dejó en evidencia la brecha digital y profundizó las dificultades y carencias de los estudiantes de barrios populares.
Esta decisión se suma al congelamiento de las tarifas de electricidad y gas hasta finales de año, luego de que en junio se decidiera prorrogar por otros 180 días la medida en ese sentido que se había dispuesto en la denominada Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva que aprobó el Congreso pocos días después de la asunción, el 10 de diciembre pasado, del gobierno del peronista de Fernández.
En aquel momento también se dispuso la prohibición de corte de los servicios de luz, agua, telefonía, internet y televisión por falta de pago.
Argentina se encuentra desde hace más de dos años en recesión, en una crisis que se profundizó por el impacto de la pandemia de coronavirus y llevó a un mayor deterioro de los indicadores sociales, con cerca del 40 por ciento de la población bajo la línea de pobreza, un aumento del desempleo y una fuerte caída de la actividad económica.
dmr