El ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, Santiago Cafiero, mantuvo el martes un encuentro con su par estadunidense, Antony Blinken, durante el cual requirió el apoyo de Washington para lograr un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que permita refinanciar una deuda de unos 44 mil millones de dólares.
La cita de Cafiero con el secretario de Estado del país con mayor peso en el directorio del organismo de crédito tuvo lugar en la capital estadunidense en un contexto marcado por los obstáculos, luego de que Argentina anunció pocos días atrás que no piensa aceptar el ajuste que pretende imponerle el FMI, ya que conspiraría contra su actual crecimiento económico después de sufrir una recesión de casi 10 por ciento en 2020.
Cafiero le comunicó a Blinken que Argentina "ha emprendido una senda que pretende consolidar un crecimiento económico sostenible e inclusivo" y afirmó "que es necesario un mensaje de la autoridad política al Tesoro para contar con el apoyo de Estados Unidos en el Fondo Monetario Internacional, y que de este modo no se restrinja el crecimiento", dijo un comunicado de la cancillería argentina.
Argentina considera que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos es el que tiene más peso en el marco de las negociaciones con organismo de crédito.
Según el comunicado de la cancillería, Blinken señaló por su parte que "apoya firmemente" las negociaciones con el FMI y aspira a una "pronta resolución positiva". También destacó los índices de crecimiento macroeconómicos que expuso el canciller Cafiero y remarcó la importancia de Argentina para la región.
Ned Price, vocero del portavoz del Departamento de Estado, informó por su lado que, con respecto a lo conversado sobre las negociaciones en curso con el FMI, Blinken alentó a Argentina a presentar "un marco de política económica sólido" que devuelva el crecimiento al país.
Argentina mantiene una larga y ardua negociación con el organismo crediticio para refinanciar 44 mil millones de dólares de un préstamo otorgado al gobierno del conservador Mauricio Macri (2015-2019) en medio de una crisis monetaria. De los 19 mil millones de dólares que vencen este año, sólo en el primer trimestre es necesario cancelar 3 mil 900 millones.
Uno de los puntos que más desacuerdos está generando es el déficit fiscal al que se debería comprometer el país sudamericano. Según la estrategia argentina, para llegar a un acuerdo que evite un nuevo cese de pagos, como ha sido habitual a lo largo de su historia, es necesario tener la luz verde del gobierno de Joe Biden.
Antes de la cita, el ministro argentino de Economía, Martín Guzmán, dijo a medios de prensa internacionales que prácticamente hay acuerdo con el FMI sobre cuál es el resultado fiscal primario hacia el cual debe converger la economía, pero las diferencias se centran en torno "a la velocidad", porque se están analizando "diferentes objetivos". También dijo que el diálogo avanza pero "aún queda camino por recorrer" para sellar un acuerdo.
El presidente peronista Alberto Fernández sostiene que su gobierno no puede pagar al organismo los vencimientos de este año y cuestiona que éste intente imponerle un programa económico basado en el ajuste. Fernández sostiene además que el crédito otorgado a Argentina en 2018 constituyó un error del organismo y tuvo un carácter "político" para ayudar al entonces presidente Macri.
En esta línea, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien gobernó entre 2007 y 2015 y es una de las voces más críticas con el Fondo, afirmó luego de la reunión del canciller con su par estadunidense que en Argentina "nunca se va acabar lo que nos pasó -y nos pasa- por la pandemia macrista, cuando en el año 2018 Macri trajo al FMI de vuelta" al país.
Fernández de Kirchner cuestionó al organismo por haber dado un préstamo excepcional "para salvarle el gobierno (a Macri) y ayudarlo a ganar las elecciones". "No sólo no ganó las elecciones, sino que además no se sabe dónde están esos dólares. ¿Alguien los vio? En todo caso, por favor llamen al 911", ironizó la vicepresidenta, representante del ala más izquierdista de la coalición en el poder.
Argentina aspira a obtener el mayor apoyo político dentro y fuera de sus fronteras en sus conversaciones con el FMI. En los últimos meses el presidente Fernández ha recabado el apoyo de muchos países de Latinoamérica y de varios de Europa.
En el plano interno todavía no ha podido mostrar un consenso político nacional en torno a las negociaciones con el FMI debido a que están congeladas las conversaciones con los opositores.
La coalición Juntos por el Cambio, la principal fuerza opositora, reclamó al gobierno un plan económico que resuelva problemas como la pobreza, "sin improvisaciones". Advirtió además que "cuando exista una carta de intención con el Fondo Monetario Internacional su tratamiento en el Congreso debe ser transparente con todas las fuerzas políticas y de cara a la gente".
dmr