El avión de carga venezolano que permanece retenido en Buenos Aires cumplió con todos los requisitos y protocolos necesarios para su operación en México, aseguró este martes un funcionario del estado de Querétaro, desde donde partió.
"Toda la revisión que se hizo en Querétaro por parte de las autoridades federales y la administración aeroportuaria cumplió los protocolos internacionales", dijo el secretario de Desarrollo Sustentable de Querétaro, Marco Antonio Del Prete, a la agencia AFP.
Ante sospechas sobre las razones de su presencia en Buenos Aires, la justicia argentina prohibió la salida del país de 14 venezolanos y cinco iraníes que conforman la tripulación del Boeing-747, según dos fallos anunciados el lunes y este martes. El avión en configuración de “cargo”, matrícula YV3531, fue propiedad de la empresa iraní Mahan Air.
El vuelo operado por la empresa Emtrasur —filial de la venezolana Conviasa— había llegado a Querétaro con cuatro tripulantes y en México recibió la autorización para cubrir la ruta Caracas-Querétaro-Caracas-Buenos Aires-Caracas, añadió el secretario. En el itinerario, intentó infructuosamente aterrizar en Uruguay.
Ambas empresas están sancionadas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros y Sanciones del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, según reportes judiciales y de la oposición política argentina.
"Desconozco si hubo alguna modificación en el plan de vuelo una vez salió del espacio aéreo mexicano", subrayó Del Prete.
El carguero aterrizó en el aeropuerto mexicano el 4 de junio hacia las 06:30 horas (del tiempo del Centro de México), indicó Del Prete, sin precisar la identidad ni la nacionalidad de los tripulantes por no ser de su competencia.
El vuelo llegó con dos días de retraso por una demora en la entrega de documentos como el "certificado de aeronavegabilidad del avión, el certificado de registro, los seguros tanto locales como el internacional y el certificado de aeronavegabilidad del país de origen, además de la documentación de la tripulación", detalló el secretario.
Tras aprovisionarse de combustible y cargar "mercancía industrial", el Boeing partió de Querétaro el 5 de junio a las 18:37 horas "con el conocimiento de la Agencia Federal de Aviación Civil, el Instituto Nacional de Migración" las autoridades aduaneras y la administración del aeropuerto, sostuvo el vocero.
"El aeropuerto internacional de Querétaro está certificado por diferentes instancias internacionales en cuanto a la seguridad de sus operaciones y los procesos que lleva cabo", destacó.
En mayo, ese mismo avión había viajado a Paraguay, desde donde llevó un cargamento de cigarrillos a la isla caribeña de Aruba. El ministro paraguayo del Interior, Federico González, anunció este martes que destituyó a dos funcionarios que habían autorizado el aterrizaje. Pero Venezuela, cuyo presidente Nicolás Maduro visitó Teherán el fin de semana, no ha hecho ninguna declaración oficial sobre el caso.
Alertas del avión desde Paraguay
El ministro de Seguridad de Argentina, Aníbal Fernández también reconoció este martes que la inteligencia de Paraguay había alertado sobre la aeronave, pero respondió que Argentina tuvo la información hasta el "lunes por la tarde y el avión ya estaba en Ezeiza".
El ministro paraguayo del Interior, Federico González, había declarado que el servicio de inteligencia del Paraguay alertó a los otros servicios de inteligencia de la región sobre la situación de dicha aeronave.
González indicó que el avión estuvo en Paraguay entre el 13 y el 16 de mayo pasados con 18 tripulantes (7 iraníes y 11 venezolanos); que aterrizó en el aeropuerto Guaraní, que sirve a la localidad de Ciudad del Este, fronteriza con Brasil y Argentina, y que partió con rumbo a Aruba con una carga de cigarrillos de la empresa Tabacalera del Este.
El ministro agregó que, después de haber estado en Paraguay, "se les negó el permiso de sobrevuelo" en dos oportunidades, e informó este martes que dos funcionarios de la autoridad aeronáutica de Paraguay fueron separados del cargo a raíz del caso.
Juez prohíbe salida de Argentina a toda la tripulación del avión venezolano
La justicia argentina prohibió este martes la salida de 14 venezolanos, parte de la tripulación de un avión de carga de bandera venezolana que también integran cinco iraníes —identificados como Mohammad Khosraviaragh, Gholamreza Ghasemi, Mahdi Mouseli, Saeid Vali Zadeh y Abdolbaset Mohammadi— a quienes ya se les habían retenido los pasaportes, informaron fuentes judiciales.
La medida fue tomada por el juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, tras un allanamiento que realizó en su presencia la policía federal a las habitaciones del hotel donde se alojan los tripulantes del Boeing 747, retenido desde el 8 de junio en el aeropuerto internacional de Ezeiza.
"Vinieron a hacer el allanamiento a las 19 habitaciones, no al hotel. Se manejó muy tranquilo, fue muy correcto, sin problemas. A nosotros no nos dejaron subir así que no tuvimos acceso a saber nada de lo que pasó", declaró el director del hotel Plaza central Canning, César Giuggioloni, en las puertas del establecimiento. La causa está bajo secreto de sumario.
"Son cinco iraníes y 14 venezolanos, cada uno ocupa una habitación individual de las 51 que tiene el hotel", confirmó Giuggioloni y agregó que "nos habían dicho primero que se iban el lunes, después mañana (miércoles) y ahora creo que están poniendo de fecha el viernes".
En el operativo que comenzó a la madrugada y se prolongó por siete horas fueron incautados teléfonos celulares, computadoras personales y documentación de distinto tipo, según una fuente policial. El hotel se encuentra cercano al aeropuerto internacional de Ezeiza, a 40 km de la capital Buenos Aires, y en su planta baja tiene un centro comercial con numerosas tiendas y restaurantes.
"Los pasajeros tienen la posibilidad de ir y venir libremente, no tienen restricción", aseguró el director del hotel.
La prohibición de salida del país de los venezolanos se suma a una medida similar aplicada desde el lunes sobre los tripulantes iraníes ante "la sospecha razonable de que la razón esgrimida al ingresar (a Argentina) podría no ser la real o verdadera", según el fallo judicial.
Aníbal Fernández, señaló que uno de los nombres de los tripulantes, Gholamreza Ghasemi, "coincide" con el de un miembro de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, definida por Estados Unidos como organización terrorista. Sin embargo, explicó ninguno de los tripulantes contaba con alertas rojas ni ningún tipo de restricción de ingreso a Argentina.
Y que "con posterioridad al ingreso”, las autoridades de ese país recibieron información de organismos internacionales que “advertían acerca de la pertenencia por parte de parte la tripulación a empresas relacionadas con la Fuerza Quds", una división de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica.
Pronunciamiento desde la oposición en Argentina
Juntos por el Cambio, principal coalición opositora al gobierno de Alberto Fernández cuestionó el accionar del Ministerio de Seguridad y del servicio de inteligencia argentinos por haber permitido el ingreso del avión sancionado por Estados Unidos con esa tripulación.
“Lo del avión es una vergüenza [...] es una muestra más de la inoperancia del Gobierno. Una muestra más de lo que ha sido la contradicción de la política exterior”, dijo este martes a los medios el alcalde de Buenos Aires, el opositor Horacio Rodríguez Larreta. Y agregó que “es inadmisible que haya aterrizado un avión con esa gente sin que las alarmas, sin que los mecanismos de seguridad hayan funcionado”.
Argentina ha sufrido dos atentados terroristas en la década de los 90 —a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y a la embajada de Israel en Buenos Aires— y la Justicia local ha señalado a personas poderosas de Irán y el grupo Hezbolá como responsables.
Considera sensible la presencia de viajeros iraníes, en razón de las órdenes de captura internacional vigentes contra exgobernantes de ese país acusados por el atentado contra el centro judío AMIA en 1994, que dejó 85 muertos y unos 300 heridos.
El líder opositor en Venezuela Juan Guaidó había alertado que "(Nicolás) Maduro abrió las puertas de Venezuela al autoritarismo global y a sus grupos terroristas” y que “esto es una amenaza para la región”.
Para el opositor Julio Borges, por su parte, lo ocurrido “debe encender las alarmas de la región entera” por cuanto “la relación de Maduro con Irán ha escalado a una nueva dimensión que representa un severo riesgo para la seguridad del hemisferio".
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