El presidente Jair Bolsonaro descartó que el anuncio de la imposición de aranceles estadunidenses a las importaciones de acero y aluminio brasileños sea una medida de "represalia" y se dijo "casi convencido" de que su aliado Donald Trump oirá sus reclamos.
Trump justificó la medida por el impacto negativo de las recientes depreciaciones del peso argentino y el real brasileño para los agricultores estadunidenses.
Pero "las commodities es lo que nosotros tenemos (como base de la economía). Espero que (Trump) lo entienda y que no nos penalice. Estoy casi convencido de que nos oirá", declaró el mandatario de ultraderecha en una entrevista con Radio Itatiaia.
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Bolsonaro reiteró, tal como lo había dicho horas antes frente a su residencia oficial en Brasilia, que si la imposición de aranceles se confirmara, no vacilaría en llamar por teléfono a Trump.
"Si fuera el caso, voy a llamar al presidente Trump. La economía (norteamericana) es una decena de veces mayor que la nuestra y no veo eso como una represalia. Voy a hablar con él para que no nos penalice con unos aranceles al acero y al aluminio", explicó en la entrevista radial.
Por la mañana, Bolsonaro dijo disponer de "un canal [de comunicación] abierto" con Trump y que tomaría la decisión de llamarlo después de consultar con su ministro de Economía, Paulo Guedes.
La decisión de Trump golpea tanto a Brasil como a Argentina, un país que acaba de elegir a un presidente de centroizquierda, y representa un duro golpe para el gobierno de Bolsonaro. Estados Unidos es el primer cliente de productos de acero semiacabados de Brasil.
Trump había anunciado a inicios de 2018 la implantación de aranceles de 25 por ciento al acero y de 10 por ciento al aluminio, pero luego sacó a varios países de la lista, entre ellos Argentina y Brasil.
GGA