El gobierno de Brasil dio luz verde a un proyecto de ley que establece un nuevo marco regulatorio para el sector del gas que permitirá una mayor participación de la iniciativa privada.
El presidente Jair Bolsonaro no impuso ningún veto al texto aprobado por el congreso el pasado 17 de marzo, según informó la Secretaría General de la Presidencia.
La iniciativa prevé, entre otros aspectos, la desconcentración del mercado gasístico brasileño, al impedir que una misma empresa pueda actuar en todas las fases de explotación del recurso, desde la producción hasta la distribución.
Lo que se pretende es aumentar la competencia en el sector, que hoy prácticamente está monopolizado por Petrobras.
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La petrolera estatal brasileña posee un 100 por ciento de la cadena de importación y procesamiento y es responsable por cerca del 80 por ciento de la producción. Ello después de haber vendido sus participaciones en los segmentos de transporte y distribución.
El texto también recoge que la Agencia Nacional del Petróleo (ANP) deberá acompañar la evolución del mercado de gas natural para estimular la competencia y reducir la concentración en el mismo.
El gobierno brasileño, a partir de proyecciones de la Empresa de Pesquisa Energética (EPE), prevé que el nuevo marco regulatorio genere inversiones de entre 50 mil y 60 mil millones de reales, equivalente a 9 mil y 11 mil millones de dólares. y triplique la producción de gas natural hasta 2030.
También señaló que la iniciativa tiene potencial para crear cuatro millones de empleos en el próximo lustro y aportar un 0.5 por ciento del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en los siguientes diez años.
Brasil produjo en 2020 un promedio diario de 3.74 millones de barriles de petróleo y gas equivalente, un volumen récord y 5.22 por ciento superior al de 2019, según los datos de la Agencia Nacional del Petróleo.
La producción de gas natural, por su parte, se elevó desde 770 mil barriles equivalentes por día en 2019 hasta 800 mil barriles diarios en 2020, un 4 por ciento más.
DMZ