La situación del personal sanitario en Brasil en medio de la crisis de covid-19 alcanza cifras alarmantes con unos mil 600 fallecidos y 112 mil 997 contagiados, según datos de organizaciones médicas, que además han identificado las principales problemáticas de la crisis al interior del gremio.
Según datos agregados por el Consejo Federal de Medicina (CFM) y el Consejo Federal de Enfermería (Cofen), hasta mayo pasado, casi mil 600 profesionales de salud murieron en Brasil por complicaciones del covid-19.
El último Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud (14 de junio) apuntó que, en lo que va del año, 112 mil 997 profesionales de salud fueron diagnosticados con covid-19. Las profesiones más afectadas han sido los técnicos y auxiliares de enfermería (29.5 por ciento), seguidos de los enfermeros (16.9 por ciento), los médicos (10.6 por ciento) y los trabajadores sanitarios de la comunidad (5.3 por ciento).
Con más de 500 mil muertes acumuladas por covid-19, Brasil se mantiene en el tercer puesto de las naciones con mayor número de infectados, con más de 17.8 millones, solo detrás de Estados Unidos e India, y en el segundo puesto en el número de muertos, luego de Estados Unidos, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
Para Bruno Ferraz, del Departamento de Atención Primaria del municipio de Duque de Caxias, uno de los más populosos del estado de Río de Janeiro, un gran desafío ha sido el cansancio físico y emocional.
"Por un lado está el cansancio de los profesionales, exhaustos físicamente por un volumen de trabajo mucho mayor. Y también el cansancio mental, muchos fueron acometidos por la enfermedad, o perdieron a alguien próximo, es algo que afecta mucho la parte emocional de todos", afirmó.
Otro gran desafío ha sido el cansancio de la población con relación a las medidas de restricción social.
"Vemos cada vez más a las personas no respetando las medidas necesarias, lo que hace que la curva de contaminación no caiga, incluso con el inicio de la vacunación. Son quince meses de esta nueva realidad y existe esa tendencia", dijo en diálogo con Xinhua.
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El tercer gran desafío presentado ha sido lidiar con una enfermedad desconocida, negada aún por muchos o a la que no se da la importancia adecuada.
"El covid-19 parece ser varias enfermedades en una sola. Mientras que en personas con morbilidades se desarrolla de una manera blanda, personas saludables acaban falleciendo debido a la enfermedad", resaltó.
Agregó que aún "no tenemos aún claridad en el combate y control de la enfermedad, y la falta también de una medicación eficaz una vez que la enfermedad se ha instalado".
Covid-19, un tsunami de aprendizajes
El covid-19 reforzó la importancia de la atención primaria en la prevención y el diagnóstico precoz, para lo cual ha jugado un papel fundamental en Brasil el Sistema Único de Salud (SUS), que garantiza cobertura universal en las instituciones públicas.
"Tenemos 500 mil muertes, pero si no hubiese SUS, ese número sería mucho mayor. Ese acceso universal permitió que las personas tengan acceso a la inmunización, a una atención inmediata, en especial en un período en que hubo una gran pérdida económica general", señaló.
Según la enfermera Erica Guimaraes, también de Río de Janeiro, lo más difícil ha sido lo inesperado en el comportamiento de la enfermedad, y el desafío de perder tantos pacientes.
"Hoy por ejemplo fui a hacer una vacunación de gripe, y supe que la hija de la paciente había muerto de covid. En la atención básica uno se involucra mucho con las familias, entra en la casa y conoce a todo el mundo. Lidiar con esas pérdidas es un gran desafío", reconoció.
Los profesionales que enfrentan mayores dificultades son los que trabajan en la línea de frente del nivel hospitalario, donde presencian el deceso de sus pacientes.
"Muchos están muy saturados, porque todos los días son muy agotadores, las muertes muy evidentes y lo emocional queda muy afectado. En los hospitales se sufre mucho, nadie está preparado para ver tantas muertes en tan poco tiempo", destacó.
Desde el inicio de la pandemia los profesionales de salud han atravesado diferentes etapas, desde la realización de tests, el monitoreo de pacientes y ahora el proceso de vacunación.
Erica enfatiza que "cada día es algo nuevo, tengo casi 20 años de profesión y con la pandemia fui arrojada a un tsunami de aprendizajes, como ahora en el proceso de vacunación".
"La vacunación ha sido algo muy gratificante. Por más que los números indican que la enfermedad avanza, creo que la vacunación va a ayudar. Soy optimista con relación al futuro y creo que vamos a poder superar eso", afirmó.
DMZ