La Convención Constitucional chilena votó el martes los últimos artículos que integrarán el texto de una nueva Carta Magna que presentarán a los ciudadanos el próximo 4 de julio para que, dos meses después, decidan si aceptan que el proyecto reemplace la Constitución impuesta hace 41 años por la dictadura militar de Augusto Pinochet.
Entre los artículos transitorios aprobados durante la jornada hay uno que establece el fin del Senado el 10 de marzo de 2026, en la víspera del inicio de un nuevo período presidencial y parlamentario y otro que exige al actual Congreso contar con un mínimo de 4/7 de los votos de ambas cámaras (89 de los 155 diputados y 29 de los 50 senadores) para introducir cualquier modificación a la nueva Ley Fundamental, si es aprobada en un plebiscito el 4 de septiembre.
Entre las normas rechazadas por el pleno de la Convención, de 154 miembros está una que buscaba crear una Comisión de Evaluación Policial, cuya finalidad era revisar el desempeño de los policías. En los 20 días que restan para que la Convención cese en sus funciones sólo seguirán trabajando un par de comisiones relacionadas con el preámbulo del proyecto y con la armonización del texto, cuyos informes serán votados por el pleno a fin de mes.
"Chile es un Estado Plurinacional e Intercultural que reconoce la coexistencia de diversas naciones y pueblos en el marco de la unidad del Estado", señala en sus inicios el texto, que reconoce la existencia de 11 pueblos originarios. Agrega que el país sudamericano es una democracia paritaria y que es deber del Estado promover una sociedad en la que mujeres, hombres, "diversidades y disidencias sexogenéricas participen en condiciones de igualdad sustantiva".
El proceso constitucional se inició a fines de 2019 tras un estallido social seguido por protestas multitudinarias contra las desigualdades sociales y económicas del país sudamericano, que fueron encausadas por el Congreso en un plebiscito en octubre de 2020, cuando el 80 por ciento de los votantes decidió que quería una nueva Constitución.
En los primeros meses de este año la mayoría de los chilenos parecía mostrarse de acuerdo en aprobar el proyecto, pero con el paso del tiempo la tendencia empezó a modificarse. En el aparente cambio de opinión pudo tener peso que se hacían propuestas inviables, como terminar con los poderes del Estado y reemplazarlos por asambleas, por ejemplo. También pudo influir la actitud de los miembros de la Convención, que por meses ignoraban otras voces argumentando que eran los depositarios de la soberanía. Por ello, coincidentes encuestas señalan, hasta el momento, que en el plebiscito de septiembre podría ganar el "Rechazo".
Entre los 372 artículos que componen el proyecto de nueva Constitución hay varios que han despertado controversia, entre ellos, el que elimina el Senado, uno que aplica la paridad de género en todos los órganos colegiados de elección popular; otro que da vida a los "sistemas jurídicos de los pueblos indígenas", que coexistirán en un plano de igualdad con el Sistema Nacional de Justicia y un par que señala que el Estado debe garantizar las condiciones para "una interrupción voluntaria del embarazo" y la "efectiva participación de los pueblos indígenas en el ejercicio y distribución del poder ", en un país donde la población indígena representa el 12.8 por ciento de los chilenos.
En la eventualidad de que el proyecto fuera rechazado, no hay ninguna alternativa formal de reemplazo, aunque grupos de políticos proponen, entre otras alternativas, instalar otra Convención, crear un grupo de expertos que escriba otra o que siga vigente la actual, pero con modificaciones que no han detallado.
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