La Cámara de Diputados de Chile llevaba adelante este lunes una maratónica sesión en la que votará si admite o no un proceso de destitución en contra del presidente Sebastián Piñera por la polémica venta de una minera en un paraíso fiscal revelada en los Papeles de Pandora.
La discusión arrancó con la intervención del diputado del Partido Socialista, Jaime Naranjo, quien preparó un inédito discurso de mil 300 páginas que incluye la acusación en contra del presidente Piñera y los fundamentos por los que votará a favor de admitir el proceso que podría destituir al conservador mandatario en su segundo mandato.
Naranjo, un veterano diputado de 70 años, tuvo una pausa de 15 minutos tras las primeras seis horas de alocución que pretende extender hasta avanzada la noche ya que si bien las bancadas opositores tienen la mayoría de representantes en la Cámara Baja (83 diputados) no alcanzan a los 78 votos necesarios para aprobar el proceso contra Piñera.
Por ello, Naranjo realiza un largo discurso hasta la llegada del diputado Giorgio Jackson, quien está en cuarentena por contacto estrecho de covid-19, y que concluye a medianoche por lo que llegaría a votar.
"Hablaré todo el tiempo que sea necesario hasta que Giorgio Jackson esté en la sala de la Cámara de Diputados", señaló Naranjo en su cuenta de Twitter, quien toma agua, come y fue revisado por un médico en medio de su discurso.
Al menos tres parlamentarios, entre ellos Jackson, tuvieron contacto estrecho con el también diputado izquierdista y candidato a la presidencia, Gabriel Boric, quien contrajo covid-19 la semana pasada y tampoco podrá estar en la sesión. El largo discurso provocó reacciones de todo tipo en redes sociales y la rabia de la bancada de la derecha oficialista.
"Lo que se está haciendo (Jaime Naranjo) es utilizar una institución de la República de manera bastante patética", dijo, en tanto, Sebastián Torrealba, diputado de la derecha oficialista.
La oposición presentó la acusación en contra del mandatario el 13 de octubre tras conocerse los términos de la venta de la minera Dominga por parte de una empresa de sus hijos en 2010, que fue revelada por el trabajo del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).
Piñera es acusado de atentar contra el principio de probidad y el derecho a vivir en un medioambiente libre de contaminación, y por haber comprometido el honor de la nación.
Según la investigación de los medios chilenos CIPER y LaBot, incluidos en los Papeles de Pandora, los hijos de Piñera vendieron la minera Dominga al empresario Carlos Alberto Delano —íntimo amigo del presidente— por 152 millones de dólares.
La operación, que tuvo lugar durante el primer gobierno de Piñera, de 2010 a 2014, se realizó en su mayoría en Islas Vírgenes. El pago se tenía que hacer en tres cuotas. Una polémica cláusula supeditaba el último pago a "que no se estableciese un área de protección ambiental sobre la zona de operaciones de la minera, como reclamaban grupos ambientalistas".
Una vez que Piñera asumió el poder, esa área, que abarca un verdadero tesoro natural a orillas del Pacífico, no fue considerada como zona de protección recomendada por su antecesora Michelle Bachelet. Antes de la votación en la sala de la Cámara Baja, una comisión de cinco diputados rechazó la acusación para destituir a Piñera y recomendó su decisión no vinculante que fue dado a conocer al resto de los diputados.
La defensa de Piñera presentó sus descargos ante esta comisión en la que su abogado, Jorge Gálvez, dijo el pasado lunes que la acusación constitucional está "basada en hechos falsos o que han sido relatados de forma mañosa y tergiversada".
A fines de 2019, Piñera ya sufrió un intento de acusación por la violenta represión de las masivas manifestaciones contra la desigualdad, pero la iniciativa no prosperó.
Piñera, un rico empresario de 71 años, quien fue el primer presidente de derecha después de 20 años de gobiernos de izquierda tras el retorno a la democracia, enfrenta la acusación con un rechazo a su gestión del 79 por ciento según últimas encuestas.
dmr