Unos 2 mil extranjeros que no hayan regularizado su situación migratoria y tengan antecedentes penales o estén cumpliendo penas carcelarias, serán expulsados de Chile antes de fin de año, informó el gobierno del presidente derechista Sebastián Piñera.
El viernes pasado comenzó el proceso de expulsión en el marco de un plan migratorio que el gobierno chileno implementó para enfrentar la masiva llegada de migrantes que en los últimos cuatro años, pasó de 400 mil personas a más de 1.1 millón.
"Efectivamente hay contemplado alrededor de 2 mil expulsiones de nuestro país de extranjeros que han cometido delitos, de aquí a fin de año", aseveró Cecilia Pérez, ministra vocera del gobierno chileno.
La primera etapa de estas expulsiones está dirigida a aquellos extranjeros que tras cumplir una condena carcelaria, no fueron expulsados del país. Seguidamente, los migrantes que están encarcelados serán sacados de Chile cuando cumplan la pena que purgan, explicó Pérez.
Y en una tercera etapa, se echará a todos los emigrantes quienes no accedieron a un proceso de regularización que el gobierno inició en abril pasado, y al cual se han acogido más de 140 mil extranjeros, según cifras de la Subsecretaría del Interior.
Las autoridades esperan que unos 200 mil extranjeros se inscriban a este programa, hasta cuando concluya el 22 de julio. El gobierno estima que, quienes no se acogieron a este programa, tienen antecedentes penales.
"Las puertas abiertas a todos aquellos extranjeros que vengan a aportar a nuestro país, que quieran tener mejores oportunidades de vida. Pero no aquellos que, o delinquieron en sus países o que pretenden venir a delinquir al nuestro", cerró Pérez.
Entre las medidas migratorias adoptadas por el gobierno de Piñera, también se cuenta una visa especial para los venezolanos y visado a los haitianos que hasta ahora lo hacían como simples turistas, dos de las colonias que más han engrosado la reciente oleada migratoria en Chile.
jamj