Chile aprueba y promulga ley para retiro anticipado del 10% en fondos de pensiones

Pese a que el presidente Sebastián Piñera estaba en contra de la reforma, firmó el decreto de forma inmediata; 8 de cada 10 chilenos usará el dinero de sus pensiones para comprar alimentos y pagar adeudos.

El Congreso de Chile aprobó la reforma excepcional para le retiro de dinero en pensiones. (Reuters)
AFP
Santiago /

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, promulgó la histórica ley constitucional que permite el retiro anticipado de hasta el 10 por ciento de los fondos privados de pensiones, en medio de una gran expectativa de la población tras cuatro meses de pandemia y crisis económica.

En un documento firmado que desde el Palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo, detalla que se ingresará este procedimiento administrativo en la Contraloría a primera hora del próximo lunes "para su toma de razón".

Entonces se publicará en el Diario Oficial y será ley vigente a partir de ese momento, por lo que si el proceso continúa sin contratiempos, a partir de la próxima semana la ciudadanía podría comenzar a tramitar el retiro del 10 por ciento de sus pensiones.

Piñera tenía hasta 30 días para vetar la ley o enviarla al Tribunal Constitucional para su revisión, pero decidió darle curso rápido ante el riesgo de que volvieran las protestas masivas y violentas en las calles, donde la iniciativa cuenta con más del 80 por ciento de respaldo popular.

Su tramitación en el Congreso fue precedida de masivos cecerolazos de apoyo y algunas protestas violentas en barrios periféricos de Santiago. La reforma fue impulsada por la oposicio como una medida que ayudara a disponer de liquidez de forma inminente a la clase media chilena, fuertemente afectada por el desempleo y las deudas tras la crisis económica generada en el país a raíz de las restricciones para enfrentar la pandemia.

El Ejecutivo se mostró en todo momento contrario a esta reforma, por considerar que no es la mejor forma de ofrecer una ayuda económica para aliviar las consecuencias de la pandemia y porque cree que empobrecerá a los pensionistas, que contarán con menos ahorros al efectuar este retiro.

El jueves el mandatario explicó que su promulgación rápida obedecía a "su intención y voluntad, dada la difícil situación económica y social que viven muchas familias y compatriotas, de facilitar y agilizar el retiro de estos fondos de ahorros previsionales por parte de las personas habilitadas".

Desde temprano se vieron largas filas de personas ante las sedes de estas administradoras de pensiones, que con ansiedad deseaban conocer su saldo, recuperar sus claves y pedir más detalles, en un claro reflejo del desespero económico.

Miles de personas en todo el país hacen filas para consultar su saldo en los fondos de pensiones privados. (AFP)

¿Cómo funcionará la reforma de pensiones?

El modelo de pensiones de Chile se basa en el ahorro individual obligatorio, mediante el cual cada trabajador aporta un 10 por ciento mensual de su sueldo bruto a un fondo de pensiones personal del que puede disponer cuando se jubila y que es gestionado por las denominadas Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP); en México se conocen como las Afores.

Con el proyecto aprobado los ciudadanos podrán retirar de sus fondos de forma anticipada y por una única vez debido a la pandemia un monto mínimo de 35 Unidades de Fomento (UF), unidad monetaria cambiante de existencia no física que se utiliza en Chile para ajustar las transacciones comerciales, contables y bancarias de acuerdo a la inflación, lo que equivale aproximadamente a un millón de pesos chilenos (unos 28 mil 298 pesos mexicanos).

El monto máximo será equivalente a 150 UF, que son alrededor de 4.3 millones de pesos chilenos (unos 122 mil 552 pesos mexicanos). El plazo del que dispondrán los ciudadanos para solicitar el retiro de sus fondos será de 365 días desde que la reforma sea publicada en el Diario Oficial, independientemente de si la pandemia de coronavirus se mantiene o ha remitido en ese tiempo. Quienes tengan ahorrado menos de ese mínimo podrán retirar la totalidad de su fondo.

El sistema de pensiones de Chile fue instaurado durante el régimen de Augusto Pinochet; México replicó el modelo a finales de los noventa. (AFP)

El 10 por ciento de las pensiones, para las deudas y comer

La normativa, planteada por la oposición, avanzó con fuerza en el Congreso en solo dos semanas. En la calle se siente la frustración y rabia por la demora en la entrega oficial de ayuda a la clase media, uno de los sectores más golpeados por la pandemia.

"Nos interesa sacarlo (el dinero), porque igual estamos endeudados con las piezas en las que estamos viviendo y algunas tarjetas (de crédito) y ese dinero me sirve para pagar toda mi deuda", dice Luz Bautiz, una peruana que trabajaba como mesera en un restaurante.

Una encuesta de la Cámara de Comercio de Santiago reveló que el 60 por ciento de quienes retirarán sus fondos los utilizarán para comprar alimentos y productos como medicamentos y artículos de higiene personal, mientras que el 38 por ciento lo usará para el pago de servicios básicos. Pero algunos van más allá y ven en la aprobación de esta ley un triunfo simbólico en marco del proceso de reivindicaciones sociales.

"Lo veo como un triunfo. Estoy feliz de poder sacarla, para que nuestro pueblo pueda vivir y pueda comer, porque nuestro Estado no lo garantiza", dice Evelyn Silva, que planea usar el dinero para iniciar el ahorro y comprar una vivienda social.

Para David, un desempleado que tuvo que echar mano a su fondo de cesantía, se trata de una "medida bastante buena". Pero "la crisis la seguimos pagando nosotros", lamenta.

Después de la promulgación y su publicación en el Diario Oficial, la normativa establece 10 días para iniciar el proceso de devolución, que se realizará en dos pagos.

Los temores sobre el impacto económico de la medida, una de las mayores operaciones financieras jamás registrada en Chile con un movimiento estimado de hasta 20 mil millones de dólares, se han ido atenuando con el correr de los días.

Un estudio del Banco Scotiabank estima que una inyección de recursos de entre 10 mil y 15 mil millones de dólares aportaría entre el 3 y el 5.3 por ciento al PIB chileno, moderando la caída de 7.5 por ciento estimada para este año.

dmr

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