Duque ordena mayor despliegue policiaco para controlar protestas en Colombia

El ex presidente Álvaro Uribe pidió la ocupación militar en Cali para controlar las protestas violentas en la ciudad; durante el domingo atacaron a nueve indígenas mientras se manifestaban en la urbe.

Las protestas en Colombia se han mantenido desde el 28 de abril. (AFP)
AFP
Bogotá /

El presidente de Colombia, Iván Duque, ordenó durante la noche del domingo "el mayor despliegue" de fuerza pública en la ciudad de Cali, con 10 mil policías y 2 mil 100 militares, epicentro de las protestas que vive el país desde el 28 de abril, mientras que el ex presidente Álvaro Uribe llama directamente al "ocupamiento militar" de la ciudad.

"En función de las facultades constitucionales que tengo como presidente de la República para acompañar y dirigir las situaciones de orden público local, deben en este momento ustedes garantizar [...] el mayor despliegue que se tenga de capacidades de nuestra fuerza pública", dijo Duque en un mensaje dirigido a la delegación de Gobierno que se encuentra en esta ciudad, la tercera más importante del país.

Sin dar más detalles de si se refiere a un despliegue militar, como el que permitió hace una semana, o a la Policía que ya se encuentra patrullando en todas las ciudades del país, el presidente hizo ese llamamiento "para brindar toda la tranquilidad en la ciudad de Cali".

Minutos después, el ex presidente Álvaro Uribe, en un mensaje en sus redes sociales, alegó que "confiamos en el inmediato ocupamiento militar de Cali, confiamos en la acción eficaz y sostenida de nuestros soldados en el marco de la Constitución y los derechos humanos para proteger a la ciudadanía de Cali".

El ex mandatario ya apeló el 30 de abril, en un mensaje que Twitter censuró por glorificar la violencia, al "derecho de soldados y policías de utilizar sus armas para defender su integridad", en el seno de las protestas, y un día después Duque decidió pedir "asistencia militar" en las ciudades con mayores problemas en las protestas.

Estas declaraciones se producen después de doce días de protestas, que comenzaron en rechazo contra la ya retirada reforma fiscal, y que resuenan con fuerza en Cali, cuya una población está azotada por el desempleo, la pobreza y es una región con graves problemas de seguridad.

Abren fuego contra indígenas en Cali

Durante el domingo, hombres armados en vehículos de alta gama abrieron fuego contra la minga (marcha) indígena, cuando esta entraba en Cali, a la altura de la zona de Cañas Gordas, hiriendo a 10 miembros de la guardia indígena.

Desde el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) informaron que sobre las 14:20 horas, la minga (marcha) indígena, compuesta por varias camionetas, fueron "atacados por una turba uribista en conjunto con fuerza pública", que pretendían quitar el bloqueo en esa zona de Cañasgordas, en el sur de la ciudad.

La población indígena con su marcha ha inundado la ciudad de Cali para unirse a los manifestantes y la guardia indígena patrulla por los barrios para evitar situaciones de desorden público o mediar en los enfrentamientos con la Policía.

El presidente ha reiterado el mensaje que pronunció dos horas después del incidente de pedir a los indígenas que vuelvan a sus territorios "para evitar confrontaciones" con la población.

"En este momento y dadas las circunstancias de orden público es necesario que retornen a sus resguardos, toda vez que la situación de alteración del orden público puede suscitar en este momento confrontaciones con la ciudadanía", insistió una vez más el mandatario, quien por otra parte no se pronunció sobre el hecho de que haya civiles armados en las calles.

Duque también pidió a las autoridades locales que impongan restricciones a la movilidad para evitar "confrontaciones con la ciudadanía".

Los militares y policías tienen ocupada la ciudad de Cali por las protestas. (AFP)

Las movilizaciones comenzaron en contra de la ya retirada reforma tributaria del gobierno del presidente Iván Duque, pero continúan contra un intento de reformar la salud, la brutalidad policial y la compleja situación de inseguridad.

En Cali es donde se han vivido los hechos más violentos, sobre todo entre el 30 de abril y el 3 de mayo, con episodios de brutalidad policial contra los manifestantes que han dejado 35 muertos según organizaciones sociales.

Según autoridades, al menos 27 personas han muerto durante las protestas (la mayoría por disparos) y tres miembros de la fuerza han sido heridos con armas de fuego. Pero para la organización Temblores, que revisa presuntos casos de abuso de autoridad, van 47 muertos.

La Defensoría del Pueblo asegura tener "evidencia de presuntas acciones de disparos o agresiones desde carros no identificados" contra la caravana de indígenas. El CRIC registró en una transmisión en vivo de Facebook el momento en que la caravana es atacada a tiros.

"Las imágenes que estamos viendo en la ciudad de Cali ameritan de parte de todos nosotros actuar con toda la prudencia", agregó Duque.

Múltiples bloqueos han provocado desabastecimiento de alimentos y combustibles en la ciudad. Los indígenas de la vecina región del Cauca llegaron a Cali para unirse a los jóvenes que protestan y mantienen las barricadas.

Los pueblos originarios del suroeste del país libran una disputa histórica por el control de la tierra contra terratenientes y empresarios.

"Urgimos porque se investigue y sancione el ataque", reclamó en Twitter Juliette de Rivero, representante de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU en Colombia, agregando que entre los heridos se encuentran "varias mujeres lideresas y defensoras".

dmr

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