Cuba denunció que Estados Unidos recurre a "maniobras injerencista" para endurecer el embargo contra la isla, poco después de que Washington anunciara que evalúa permitir el flujo de remesas y la ampliación del personal en su embajada en La Habana.
"El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, denunció que los Estados Unidos recurren a maniobras injerencistas para agudizar el bloqueo", indica una nota publicada en la página web del Ministerio de Relaciones Exteriores.
La cancillería dijo también que Estados Unidos ha desplegado una campaña de "presiones" hacia "terceros países en busca de pronunciamientos contra Cuba".
"Estas presiones se realizan principalmente hacia gobiernos de América Latina", indicó de su lado Johana Tablada, subdirectora general de Estados Unidos en la cancillería, sin precisar de qué naciones se trata.
A nueve días de que estallaran las inéditas protestas en más de 40 ciudades de Cuba al grito de "tenemos hambre", "abajo la dictadura" y "libertad", el vocero del Departamento de Estado, Ned Price, anunció que Washington estudia "varias maneras" de "ayudar a los cubanos".
Entre las medidas anunciadas está la creación de un grupo de trabajo de remesas que analiza la forma de entregarlas directamente "a las manos del pueblo cubano", indicó.
La pasada administración de Donald Trump cerró la empresas de encomiendas Western Union en Cuba, privando a miles de cubanos a recibir remesas por este medio de sus familiares en Estados Unidos.
Price dijo también que aumentará el personal en su embajada de La Habana, que en la actualidad funciona al mínimo luego que el Departamento de Estado retirara a la mayoría de sus diplomáticos en septiembre de 2017 con el argumento de que habían sufrido "ataques sónicos".
EU aumentará su personal diplomático en La Habana y permitirá remesas
Estados Unidos dijo que busca aumentar el personal de su embajada en La Habana y estudiar cómo permitir el envío de dinero a Cuba saltándose el control del gobierno, como forma de apoyar al pueblo cubano en sus "legítimas aspiraciones" democráticas.
Si se concretan, estas medidas serían los primeros cambios políticos significativos en Cuba bajo el presidente Joe Biden, quien ha expresado su solidaridad con los manifestantes tras las protestasque estallaron el 11 de julio en medio de la peor crisis económica de la isla comunista en décadas.
El Departamento de Estado informó que está analizando reforzar el personal de su embajada en La Habana, reabierta al reanudarse las relaciones entre ambos países el 20 de julio de 2015 en el marco del acercamiento propiciado por el expresidente demócrata Barack Obama, de quien Biden fue vicepresidente.
Pero luego la legación, que había sido cerrada en 1961 tras la revolución liderada por Fidel Castro y convertida en Sección de Intereses en 1977, quedó reducida al mínimo bajo la presidencia de Donald Trump tras misteriosos "ataques sónicos" contra diplomáticos.
"Esta dotación de personal en nuestra embajada servirá para mejorar nuestra actividad diplomática, nuestro compromiso con la sociedad civil, nuestro servicio consular", dijo Price, asegurando que esto contribuirá a asegurar mayores grados de derechos en Cuba. "Si vamos a hacer todo lo posible para apoyar las aspiraciones del pueblo cubano, necesitamos tener una presencia en el terreno", apuntó, sin dar fechas de cuándo podría llevarse a cabo.
El gobierno de Trump retiró a la mayoría del personal en septiembre de 2017, argumentando enfermedades sensoriales y debilitantes que afectaron a sus diplomáticos, cuyas circunstancias siguen siendo turbias, pero por las que los funcionarios estadounidenses generalmente han culpado a la inteligencia rusa.
Price dijo que ahora el Departamento de Estado examinará formas de permitir ese flujo sin que el gobierno cubano se cobre una comisión.
"Formaremos un grupo de trabajo de remesas para identificar las formas más efectivas de hacer llegar las remesas directamente a manos del pueblo cubano" y asegurarnos de "que no vayan a las arcas del régimen", dijo.
Pero con el control oficial del tipo de cambio a pesos, una moneda no convertible internacionalmente, eludir al gobierno cubano será una tarea complicada.
Biden planteó durante la campaña electoral volver a autorizar el envío de remesas a Cuba, pero la semana pasada dijo que no lo haría ahora porque "es muy probable que el régimen confisque esas remesas o una gran parte de ellas".
Price insistió en que esa ha sido siempre la preocupación en relación con las remesas, segunda fuente de divisas para Cuba después de la exportación de servicios médicos.
"Todo se trata de idear formas en las que podamos apoyar al pueblo cubano. Pero tenemos que asegurarnos de que estas tácticas (...) de hecho (lo) apoyen", explicó.
dmr