El ex presidente Raúl Castro recibió en La Habana al último grupo de médicos cubanos retirados de Brasil como resultado de un creciente enfrentamiento retórico entre el gobierno de la isla y el presidente electo de ese país, Jail Bolsonaro.
Se estima en ocho mil los médicos sacados, aunque el gobierno de la isla no ha puntualizado esa cifra. Bolsonaro prometió asilo político a los doctores que quisieran mantenerse en Brasil.
Castro, quien mantiene el cargo de primer secretario del Partido Comunista, dio la bienvenida a los recién llegados al pie de la escalerilla del avión en el aeropuerto internacional José Martí de la capital cubana.
El enfrentamiento entre las partes comenzó el 14 de noviembre, cuando tras ganar la presidencia Bolsonaro informó que obligaría a los médicos cubanos a recalificarse, por dudar de sus capacidades profesionales, y los definió como “esclavos” que generan un ingreso anual para “la tiranía cubana” de 850 millones de dólares al año.
A su regreso, los doctores han sido recibidos como héroes y trasladados de inmediato a sus respectivas provincias de origen, donde las autoridades aseguran que tienen “trabajo garantizado”.
La operación de traslado desde Brasil comenzó el 22 de noviembre y de entonces a hoy se realizaron 32 vuelos. Opositores al gobierno cubano dicen que unos 200 médicos habrían optado por seguir sus vidas en el gigante suramericano.
Desde la arrancada hace cinco años de este programa de colaboración, iniciado por la entonces presidenta, Dilma Rousseff, cerca de 20 mil médicos cubanos atendieron a 113 millones de brasileños, por lo general en las zonas más humildes de ese país, incluida la selva.
Bolsonaro asumirá la presidencia de Brasil el 1 de enero, pero mediante su hijo, el diputado federal Eduardo Nante Bolsonaro, ha adelantado alianzas con el Consejo de Seguridad Nacional del presidente Donald Trump y el exilio cubano de Miami, para “actuar de conjunto contra la dictadura” de la isla, según ha dicho.
jamj