El gobierno cubano anunció que flexibilizará el monopolio estatal sobre la importación de bienes, como una forma de “romper dogmas” que han regido durante más de medio siglo y enfrentar las sanciones económicas impuestas a la isla por Estados Unidos.
“A partir de finales de este mes, los cubanos podrán importar mediante empresas estatales los bienes que requieran tanto para sus negocios privados como para su vida individual”, informó el ministro de Comercio Exterior, Rodrigo Malmierca.
Hasta ahora las mini empresas privadas y cooperativas no podían importar bienes o productos necesarios para sus negocios y debían adquirirlo en el desabastecido mercado minorista interno.
En un programa televisivo dedicado a informar las nuevas medidas económicas que pondrá en práctica el país “en la última decena” del mes en curso, Malmierca dijo que esta liberalización de la actividad importadora “está contenida en la resolución 282 que publicará la Gaceta Oficial próximamente”.
También se anunció que en el mismo plazo serán abiertas tiendas estatales para la venta a los cubanos en dólares u otras monedas fuertes de productos electrodomésticos, electrónicos y piezas para automotores, hasta ahora inexistentes en los mercados habituales.
Para realizar esas compras, así como las importaciones, los cubanos deberán abrir a partir del lunes próximo cuentas bancarias en divisas fuertes, en el caso del dólar con un recargo del 10 por ciento, y realizar sus operaciones mediante tarjetas magnéticas.
Esta apertura “no implica cerrar las importaciones personales” que se vienen haciendo desde Panamá, México y otros mercados con vista a revender después en la isla y evadir la ausencia de productos de alta demanda en los mercados estatales, explicó por su parte el titular de Economía, Alejandro Gil.
“Esta es una forma de evitar que el país siga perdiendo altas cantidades de divisas (por las compras personales en el extranjero) y de gradualmente ir incrementando las producciones nacionales” dijo.
Agregó que “por falta de liquidez y la prioridad que el Estado le concede a otras necesidades como la alimentación, no se ha podido inyectar el financiamiento que requieren las fábricas nacionales para responder a la demanda de productos como refrigeradores, bicicletas eléctricas o aires acondicionados”, que ahora se deben importar y se venderán en las nuevas tiendas en divisas.
jamj