Designan a ex presidente para denunciar violaciones a derechos humanos en Bolivia

El ex presidente Jorge Quiroga aseguró que tendrá la "misión especial" de explicar al mundo la "violación de los derechos humanos que los bolivianos hemos vivido recientemente".

Jorge Quiroga fue presidente de Bolivia de 2001 a 2002; Jeanine Áñez fungirá como presidenta hasta las elecciones en marzo de 2020. (EFE)
Editorial Milenio
La Paz /

El ex presidente boliviano Jorge "Tuto" Quiroga fue designado este lunes "delegado especial" del gobierno interino de Bolivia para denunciar ante la comunidad internacional violaciones de derechos humanos en el país.

La designación fue anunciada por la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, acompañada por el ex presidente Quiroga, quien gobernó de 2001 a 2002, tras mantener ambos una reunión en el palacio de gobierno en La Paz.

"La misión especial" para la que está designado es "explicar la violación de los derechos humanos que los bolivianos hemos vivido recientemente", declaró la presidenta en su discurso.

Áñez manifestó que "un puñado de vándalos" intentó en las pasadas semanas en Bolivia tomar "de rehenes a los once millones de bolivianos".

"Han intentado cercar las ciudades para que no ingresen alimentos, ni combustibles, han incendiado casas, golpeado a los ciudadanos y amedrentado a quienes pensamos diferente al gobierno dictatorial del MAS (Movimiento al Socialismo) y todo esto fue liderado por Evo Morales", aseveró.

El gobierno transitorio de Bolivia tiene presentada ante la Fiscalía una denuncia por delitos como terrorismo contra Morales, asilado en México, al considerar que instigó esos actos violentos.

"La comunidad internacional debe saber la realidad de la barbarie que quisieron provocar estos grupos de activistas violentos", aseveró la presidenta provisional.

Bolivia vivió una profunda crisis a raíz de las fallidas elecciones del pasado 20 de octubre, que deja al menos 34 fallecidos y 832 heridos, según datos de la Defensoría del Pueblo.

La renuncia de Morales ha sido calificada como "golpe de estado" por varios gobiernos, incluido México, y políticos latinoamericanos.

Otros países han reconocido al ejecutivo interino, mientras que parte de la comunidad internacional ha instado al diálogo sin pronunciarse sobre la crisis política.

dmr

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