La mayor organización indígena de Ecuador, que demanda una reducción de precios de combustibles, bloqueó carreteras el lunes en la primera jornada de protestas contra el gobierno, que sostuvo que las manifestaciones están bajo control.
Las movilizaciones, convocadas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) por tiempo indefinido, se desarrollaron sin incidentes violentos, según constató en un recorrido a tempranas horas por las afueras de Quito.
Las protestas se extendieron a una decena de las 24 provincias del país, incluida la andina Pichincha, cuya capital es Quito, según reportes oficiales. "Suma más fuerza la #MovilizacionNacional, 16 provincias con medidas de hecho", indicó a su vez la Conaie por Twitter.
Los manifestantes usaron neumáticos en llamas y barricadas para bloquear de manera temporal rutas y accesos hacia la capital ecuatoriana, pero fueron reabiertos con la intervención de policías.
"La situación se mantiene absolutamente bajo control", dijo en rueda de prensa en Quito el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, al hacer un balance inicial, agregando que el número de manifestantes "es sustancialmente inferior" al previsto.
En la misma conferencia, su par del Interior, Patricio Carrillo, estimó en 3 mil 800 los manifestantes a nivel nacional, concentrados en Pichincha y sus vecinas provincias de Cotopaxi (sur) e Imbabura (norte). No hay detenidos ni heridos durante los reclamos, señaló.
Protesta "contundente"
Militares también mantienen "bajo control" áreas estratégicas como la petrolera, de acuerdo con el ministro de Defensa, Luis Lara. El crudo es el principal producto de exportación de Ecuador y en otras ocasiones la infraestructura hidrocarburífera se ha visto afectada por protestas de los pueblos originarios.
La opositora Conaie protesta por lo que considera altos precios de combustibles, la falta de empleo, el control de precios de los productos agrícolas, y la entrega de concesiones mineras en territorios nativos. Uno de los focos de reclamos se ubicó en la Panamericana Sur, a la altura del poblado San Juan de Pastocalle.
"Esperamos que el gobierno dé oídos a estas peticiones que tenemos porque estamos muriéndonos de hambre", declaró Janet Llanos, una campesina que se concentró allí.
Lasso advirtió el domingo que no permitirá el bloqueo de carreteras ni la toma de pozos petroleros en la Amazonía para proteger la reactivación de la economía, golpeada por la pandemia de covid-19. El mandatario señaló por esa misma red social: "No vamos a permitir que se paralice el país" como sucedió en protestas indígenas de 2019 y 2021.
"Vandalismo no"
Entre mayo de 2020 y octubre de 2021, los precios de los combustibles eran revisados mensualmente, por lo que el galón de 3.78 litros de diésel casi se duplicó (de uno a 1.90 dólares) y de la gasolina corriente subió un 46 por ciento (de 1.75 a 2.55 dólares).
En octubre pasado, Lasso aumentó el precio de los combustibles antes de congelarlo, lo que avivó el descontento de indígenas, que componen al menos un millón de los 17,7 millones de ecuatorianos. La Conaie, que ha sostenido varios diálogos infructuosos con el Ejecutivo, reclama que los precios se reduzcan a 1.50 dólares para el diésel y a 2.10 para la gasolina de 85 octanos.
Esa organización participó en revueltas que derrocaron tres presidentes entre 1997 y 2005. El gobierno de Lasso se muestra abierto a conversar, pero al ser consultado Iza desestimó una nueva ronda de discusiones.
"Ya hemos dialogado tres veces. No creo que la movilización sea para un diálogo, la movilización es para tener respuestas concretas", dijo en Pastocalle.
Luego indicó por Twitter que entregaron al gobierno y "de manera formal" en la Presidencia "las 10 demandas y propuestas que esperan respuesta".
Carrillo declaró que detrás de las protestas está una "minoría que bajo intereses absolutamente populistas ha pretendido caotizar el país. Manifestaciones pacíficas sí, vandalismo no. Bloqueo de vías tampoco", manifestó Jiménez.
La Conaie lideró en 2019 violentas manifestaciones que dejaron once muertos. Entonces, la agrupación obligó al expresidente Lenín Moreno a dar marcha atrás en un plan para eliminar millonarios subsidios de los combustibles.
dr