El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció el arresto del noveno cabecilla de 15 que tiene la violenta Mara Salvatrucha (MS-13) en el marco de una "guerra" contra las pandillas que acumula 50 mil 576 detenidos.
"Capturamos a la novena silla (jefatura), de las 15 que tenía la MS-13 en su estructura", anunció Bukele en Twitter. Se trata de Byron Aristides Salazar, alias Sleepy, que como miembro de la "ranfla nacional (mando)" de la MS-13, es "una de las llaves que dirigían el funcionamiento de las 430 clicas (células) a nivel nacional", aseguró el mandatario.
El director de la Policía Nacional Civil (PNC), Mauricio Arriaza, informó que Sleepy fue detenido en una comunidad de Santa Ana, unos 60 km al oeste de San Salvador. El ministro de la Defensa, René Merino, informó que a Salazar le decomisaron un "lanzacohetes antitanque" M-72, un fusil M-16 y dos pistolas.
Para el ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro, el mando de 15 miembros de la MS-13 controlan "31 programas (regiones)" y 430 clicas, y además "es responsable de todos los crímenes de sangre de los últimos 10 años" por lo que "son más de 125 mil familias que necesitan justicia en este país".
Las autoridades de El Salvador realizan detenciones masivas desde el 27 de marzo cuando fue aprobado un régimen de excepción, que permite detenciones sin orden judicial, declarado en respuesta a una escalada de violencia que cobró la vida de 87 personas del 25 al 27 de marzo.
Entre los principales logros que el gobierno presenta del régimen de excepción, que ha sido prorrogado hasta fines de septiembre, figura la disminución drástica de homicidios y extorsiones.
Las detenciones masivas son cuestionadas por organizaciones como Amnistía Internacional o Human Rights Watch e incluso la diplomacia estadounidense ha llamado al gobierno salvadoreño a respetar los derechos humanos, ante denuncias de detenciones de inocentes.
De los 50 mil 576 pandilleros detenidos, un 68.9 por ciento pertenecen a la Mara Salvatrucha. Con el régimen de excepción los presos acusados de pertenecer a pandillas han pasado de 16 mil a 66 mil. Según la última estimación del gobierno, esas bandas tienen 76 mil miembros, entre presos y libres.
Para albergar a parte de los detenidos, Bukele ordenó la construcción de una gigantesca cárcel para 40 mil pandilleros en un área rural del centro del país, que debe estar lista en diciembre.
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